Con una trayectoria profesional que supera las dos décadas, el Ing. Daniel Bueno González se ha consolidado como uno de los principales referentes en informática forense y criminología en México y Latinoamérica. Ingeniero en Sistemas Computacionales, Licenciado en Criminología y Criminalística y con una Maestría en Dirección de Tecnologías de la Información, su visión multidisciplinaria le ha permitido abordar los desafíos tecnológicos y judiciales más complejos de la era digital.
Actualmente, es Perito Auxiliar del Poder Judicial del Estado de Baja California y consultor en la Agencia Digital de Baja California, donde contribuye al desarrollo de herramientas tecnológicas que impactan directamente en la modernización del sistema judicial. Además, como fundador y Director general del Instituto de Peritos en Baja California, ha liderado iniciativas innovadoras que buscan formar a nuevas generaciones de peritos especializados y ofrecer soluciones efectivas para la ciudadanía en materia de delitos informáticos y evidencia digital.
En esta entrevista exclusiva con TecFuturo, Daniel Bueno nos comparte su experiencia, la visión de su instituto y la importancia de la firma del acuerdo marco entre el Instituto de Peritos de Baja California (IPJBC) y la ANTPJI, una alianza que promete revolucionar la formación de peritos informáticos en México y España, destacando la implementación del curso de Perito Informático 5.0.
Daniel, con más de 20 años en el ámbito de la informática forense, ¿Cómo ha cambiado la lucha contra los delitos informáticos en los últimos años y cuáles son los principales desafíos actuales?
En los últimos años, hemos visto una evolución exponencial en la sofisticación de los ataques informáticos. Lo que antes se limitaba a fraudes básicos en línea, como el phishing o estafas por correo electrónico, ha dado paso a amenazas mucho más complejas y destructivas, como el ransomware, los ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS) y las brechas masivas de datos que comprometen a millones de usuarios y organizaciones en todo el mundo.
Los ciberdelincuentes han integrado inteligencia artificial y otras tecnologías avanzadas para automatizar ataques, perfeccionar sus métodos y, lo más crítico, dificultar su rastreo al ocultar sus huellas digitales. Estas herramientas les permiten operar de manera encubierta, en tiempo real, y dirigir sus acciones contra sistemas cada vez más diversos, como dispositivos IoT o infraestructuras críticas.
Ante este panorama, la colaboración interinstitucional se ha convertido en un pilar fundamental. Las autoridades locales, como la fiscalía general del Estado (FGE), trabajan de manera coordinada con agencias federales e internacionales, creando redes de cooperación que permiten rastrear y combatir cibercrímenes que cruzan fronteras. Esto incluye iniciativas estratégicas, como:
- Capacitaciones especializadas dirigidas a peritos informáticos y fuerzas de seguridad, actualizando sus habilidades frente a los nuevos métodos de ataque.
- Convenios con empresas tecnológicas líderes en ciberseguridad, que facilitan herramientas de última generación y apoyo técnico.
- Desarrollo de plataformas de inteligencia para compartir información en tiempo real sobre amenazas, atacantes y vectores de ataque.
Sin embargo, el reto sigue siendo adaptarse al ritmo acelerado de los delincuentes, quienes innovan continuamente. La respuesta debe ser igual de rápida, combinando tecnología avanzada, formación constante y un marco legal que permita actuar con eficacia tanto a nivel local como internacional.»
Usted tiene una formación multidisciplinaria que combina informática, criminología y tecnología. ¿Por qué considera que esta combinación es fundamental para abordar los cibercrímenes de manera efectiva?
La combinación de informática, criminología y tecnología es fundamental porque permite abordar los cibercrímenes de manera integral y multidisciplinaria, lo cual es clave en un contexto donde las amenazas son cada vez más complejas y globales. Por un lado, la informática forense proporciona las herramientas técnicas necesarias para analizar y extraer evidencias digitales con rigor, permitiendo rastrear, documentar y presentar pruebas válidas en procesos judiciales. Comprender el funcionamiento de los sistemas tecnológicos y cómo son explotados por los delincuentes es el primer paso para detectar vulnerabilidades y reconstruir el camino del ataque.
La criminología, por su parte, añade una perspectiva humana y analítica: estudiar el comportamiento delictivo, las motivaciones y los patrones de los cibercriminales nos permite anticipar sus acciones, identificar posibles perfiles y entender el entorno donde operan. Esto no solo ayuda a resolver casos actuales, sino también a prevenir ataques futuros mediante estrategias adaptadas al tipo de amenaza y al atacante.
Finalmente, la tecnología actúa como el puente estratégico entre ambas disciplinas, facilitando la implementación de soluciones innovadoras y dinámicas. Herramientas como la inteligencia artificial, el machine learning o las plataformas de análisis avanzado permiten no solo automatizar la detección de amenazas, sino también fortalecer las defensas digitales en tiempo real, reduciendo la vulnerabilidad y mejorando la respuesta ante incidentes.
Esta sinergia entre informática, criminología y tecnología no solo permite resolver los problemas actuales, sino que además establece las bases para un entorno digital más seguro, garantizando que la lucha contra los cibercrímenes sea eficaz, proactiva y sostenible en el tiempo.
Como fundador y Director General del Instituto de Peritos en Baja California, ¿Cuál es el principal aporte de su institución al ámbito judicial y tecnológico en México?
El principal aporte del Instituto de Peritos en Baja California al ámbito judicial y tecnológico en México se centra en la formación de especialistas altamente cualificados en áreas clave como la informática forense, la criminología y la criminalística. Nuestra institución ha sido un pilar en la profesionalización y certificación de peritos, asegurando que su trabajo cumpla con los más altos estándares de calidad y rigor técnico, indispensables para fortalecer el sistema judicial y responder a las crecientes demandas tecnológicas.
Un aspecto diferenciador de nuestro trabajo es la implementación de herramientas tecnológicas avanzadas que facilitan y optimizan los procesos legales y de investigación. Por ejemplo, hemos incorporado sistemas de inteligencia artificial para la búsqueda y localización de personas desaparecidas, así como desarrollado aplicaciones digitales que mejoran la eficiencia en la recopilación, análisis y presentación de evidencias judiciales. Estas iniciativas no solo benefician a los profesionales del ámbito legal, sino que también impactan directamente en la ciudadanía, al ofrecer soluciones más rápidas, precisas y accesibles.
Además, el Instituto promueve una cultura de actualización y aprendizaje continuo. En un entorno donde la tecnología evoluciona constantemente, es fundamental que los peritos estén preparados para enfrentar los desafíos digitales y legales actuales, como los delitos informáticos y el manejo de evidencia digital. A través de programas de capacitación, seminarios y proyectos de investigación, garantizamos que nuestros especialistas cuenten con las herramientas y habilidades necesarias para adaptarse a las nuevas realidades del ámbito judicial.
En resumen, nuestro compromiso radica en fortalecer la justicia mediante la capacitación de profesionales, el desarrollo de proyectos tecnológicos innovadores y la creación de una red de colaboración que eleve los estándares de transparencia y eficacia en el sistema judicial mexicano.
Recientemente, el IPJBC y la ANTPJI han firmado un acuerdo marco para compartir conocimientos y experiencia. ¿Qué impacto espera que tenga esta colaboración internacional en la formación de futuros peritos?
La colaboración entre el Instituto de Peritos en Baja California (IPJBC) y la Asociación Nacional de Tasadores y Peritos Judiciales Informáticos (ANTPJI) representa un paso significativo en la profesionalización y capacitación internacional de los futuros peritos. Este acuerdo marco permitirá el intercambio de conocimientos especializados, experiencias prácticas y el acceso a tecnologías avanzadas utilizadas en escenarios reales tanto en México como en España.
Uno de los principales impactos de esta colaboración será la elevación de los estándares formativos, alineándolos con prácticas globales y metodologías probadas que aseguren una mejor preparación frente a los desafíos que presenta la evidencia digital en los procedimientos judiciales. Los futuros peritos no solo adquirirán una perspectiva local, sino también internacional, lo que les permitirá adaptarse a un entorno donde los delitos informáticos y tecnológicos cruzan fronteras.
Otro aspecto clave de esta alianza es el acceso a programas como el curso de Perito Informático 5.0, que aporta una formación práctica e innovadora, enfocada en las necesidades actuales del peritaje judicial. Esta formación no solo abarca los conceptos técnicos, sino que también promueve habilidades estratégicas, analíticas y éticas que son indispensables para garantizar un trabajo pericial riguroso y efectivo.
Asimismo, esta colaboración fomentará una comunidad de aprendizaje global, en la que expertos de ambos países podrán compartir experiencias, metodologías y avances tecnológicos. Esto permitirá a los futuros peritos contar con herramientas actualizadas, recursos de vanguardia y la confianza para actuar en casos de alta complejidad.
En definitiva, este acuerdo internacional no solo fortalecerá la calidad de la formación de los nuevos profesionales del peritaje, sino que también contribuirá a que México y España cuenten con peritos más capacitados, preparados para enfrentar los desafíos actuales del ámbito judicial y tecnológico con una visión global y profesional.
El curso de Perito Informático 5.0, que se impartirá tanto en España como en México, ha despertado mucho interés. ¿Qué novedades y ventajas ofrece este programa respecto a formaciones anteriores en la materia?
El curso de Perito Informático 5.0 representa una formación de vanguardia que incorpora las últimas tendencias tecnológicas y metodológicas aplicadas al peritaje informático. A diferencia de programas anteriores, este curso destaca por su carácter innovador, adaptándose a las demandas actuales de un entorno digital en constante evolución.
Una de las novedades más importantes es la integración de herramientas avanzadas como la inteligencia artificial, el análisis avanzado de datos y la ciberseguridad aplicada. Estas tecnologías permiten a los participantes mejorar sus capacidades en la investigación, extracción y análisis de evidencias digitales, haciendo frente a delitos informáticos cada vez más complejos y sofisticados.
El programa ofrece un enfoque dual, combinando teoría con un componente práctico sólido. A través de simulaciones de casos reales y la utilización de herramientas forenses de última generación, los participantes desarrollarán habilidades concretas que les prepararán para intervenir en procedimientos judiciales con mayor precisión y eficacia.
Otro aspecto clave es su adaptación a los marcos legales tanto de España como de México. Este enfoque internacional permite que los futuros peritos comprendan y apliquen correctamente los procedimientos y normativas en ambos países, una ventaja significativa para quienes aspiran a trabajar en escenarios de colaboración transnacional. Además, el curso brinda acceso a protocolos estandarizados que aseguran el cumplimiento de la cadena de custodia y la validez de las evidencias digitales en sede judicial.
Por último, el Perito Informático 5.0 promueve el networking profesional entre especialistas de ambos países, generando un entorno de colaboración donde se comparten experiencias, metodologías y buenas prácticas. Esto no solo fortalece la formación, sino que también fomenta una comunidad global de expertos en informática forense con un enfoque moderno y actualizado.
En definitiva, este curso no solo ofrece una formación más actualizada y tecnológica, sino que proporciona a los participantes una visión internacional, herramientas innovadoras y una preparación integral para afrontar los retos del peritaje digital con éxito y profesionalidad.
Desde su experiencia como Perito Auxiliar del Poder Judicial del Estado de Baja California, ¿cuál ha sido el caso más complejo al que se ha enfrentado y qué lecciones extrae de él? Uno de los casos más complejos que he enfrentado como Perito Auxiliar del Poder Judicial del Estado de Baja California fue un fraude cibernético a gran escala que afectó simultáneamente a empresas y particulares. Este esquema involucraba el uso de técnicas avanzadas, como la suplantación de identidad, manipulación de redes y transacciones financieras fraudulentas a través de plataformas digitales.
La complejidad del caso radicó en la amplitud de la evidencia a analizar y la necesidad de rastrear el origen de las acciones delictivas a través de múltiples dispositivos electrónicos y redes interconectadas. La investigación implicó una auditoría exhaustiva de equipos informáticos, servidores y registros de transacciones digitales, además de la reconstrucción de la ruta utilizada por los atacantes para operar encubiertamente. Para lograr resultados, fue fundamental la coordinación con instituciones locales e internacionales, así como con entidades bancarias y proveedores de telecomunicaciones.
Este caso dejó importantes lecciones. La primera es la importancia de aplicar una metodología forense rigurosa y estandarizada que garantice la trazabilidad y validez de las evidencias recolectadas, algo imprescindible para el éxito en sede judicial. La segunda es la necesidad de actualización constante en tecnologías emergentes y ciberseguridad, ya que los delincuentes están en una búsqueda continua de innovar y perfeccionar sus métodos. Si los profesionales no evolucionan a la par, siempre estarán un paso atrás.
Por último, este caso evidenció que la prevención juega un papel fundamental en la lucha contra los delitos cibernéticos. La capacitación en ciberseguridad tanto a empresas como a la ciudadanía es clave para identificar vulnerabilidades, adoptar prácticas seguras y mitigar riesgos antes de que los ataques ocurran. En definitiva, la experiencia refuerza la idea de que la tecnología es una herramienta poderosa, pero también un desafío constante, y solo mediante la formación y colaboración interinstitucional podemos enfrentar estos delitos de manera efectiva.
La transformación digital avanza a pasos agigantados. ¿Cómo visualiza la evolución de la informática forense en los próximos cinco años y qué papel jugarán las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial?
La evolución de la informática forense en los próximos cinco años estará marcada por el impacto de nuevas tecnologías disruptivas y la necesidad de adaptarse a un entorno digital en constante transformación. La inteligencia artificial tendrá un papel protagónico, permitiendo no solo agilizar el análisis masivo de datos, sino también identificar patrones y correlaciones que serían prácticamente imposibles de detectar de forma manual. Esto impulsará una detección proactiva de amenazas y reducirá significativamente los tiempos de investigación, aportando mayor eficacia en la resolución de casos complejos.
Por otra parte, tecnologías emergentes como blockchain y el Internet de las cosas (IoT) plantearán nuevos desafíos. El blockchain, al ser una tecnología basada en la descentralización y la inmutabilidad de registros, será un campo clave tanto para la verificación de evidencias digitales como para garantizar su integridad y trazabilidad en procesos judiciales. Sin embargo, su complejidad técnica requerirá nuevas metodologías de análisis y herramientas especializadas para identificar irregularidades en entornos criptográficos.
En el caso del IoT, la proliferación de dispositivos conectados –desde asistentes virtuales hasta vehículos inteligentes– ampliará considerablemente la superficie de ataque, generando un volumen de datos y puntos de vulnerabilidad sin precedentes. Esto obligará a los peritos informáticos a adaptarse rápidamente para analizar, extraer y proteger evidencias provenientes de múltiples fuentes en tiempo real.
La inteligencia artificial, a su vez, también generará nuevos dilemas éticos y legales. La automatización del análisis forense, aunque eficiente, debe garantizar la transparencia en los resultados y cumplir con los principios de imparcialidad y rigor judicial, lo que exigirá estándares claros y auditables en el uso de estas tecnologías.
Finalmente, la formación continua y la colaboración internacional serán indispensables. La ciberdelincuencia no reconoce fronteras y los ataques se volverán cada vez más sofisticados. Esto requerirá que los profesionales del ámbito forense estén en constante actualización, incorporando nuevas habilidades y herramientas que les permitan afrontar los retos del futuro con solvencia.
En definitiva, la informática forense del mañana será una disciplina aún más tecnificada, automatizada y multidisciplinaria, donde la innovación y el conocimiento jugarán un papel determinante para garantizar la eficacia en la lucha contra los delitos digitales.
México y España comparten desafíos en materia de delitos informáticos. ¿Qué similitudes y diferencias destacaría en cómo ambas regiones abordan la ciberseguridad y el peritaje forense?
México y España enfrentan desafíos comunes en materia de delitos informáticos, como el crecimiento exponencial de fraudes electrónicos, ataques cibernéticos y el uso de tecnologías avanzadas por parte de los delincuentes. Sin embargo, las estrategias y capacidades de ambas regiones presentan similitudes y diferencias que merecen ser destacadas.
En cuanto a las similitudes, tanto México como España reconocen la importancia de la capacitación continua de peritos informáticos y la actualización tecnológica para abordar la sofisticación de los ciberataques. Existe un esfuerzo constante por profesionalizar el peritaje forense y dotarlo de herramientas modernas que garanticen la integridad y validez de las evidencias digitales en el ámbito judicial. Además, ambos países coinciden en la necesidad de fortalecer la colaboración interinstitucional e internacional para combatir delitos que, en la mayoría de los casos, traspasan fronteras.
Las diferencias, sin embargo, son notables en áreas clave. España cuenta con un marco legal más consolidado en ciberseguridad, respaldado por normativas como el Esquema Nacional de Seguridad (ENS) y la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales (LOPD), que han facilitado la creación de procesos estandarizados en la protección de la información y la persecución de delitos informáticos. Por su parte, México aún enfrenta desafíos significativos en la infraestructura tecnológica y en la coordinación interinstitucional, lo que dificulta una respuesta rápida y eficiente ante incidentes cibernéticos. La falta de inversión en tecnologías de prevención y el rezago en políticas de ciberseguridad representan barreras importantes.
Por otro lado, la concienciación ciudadana sobre ciberseguridad también varía. En España, existe una mayor cultura de prevención y una participación activa de organismos especializados en sensibilizar a la sociedad sobre los riesgos digitales. En México, aunque se han dado avances, aún persiste una brecha en la adopción de medidas de seguridad tanto a nivel empresarial como individual, lo que hace a los usuarios más vulnerables a fraudes y ataques cibernéticos.
A pesar de estas diferencias, la colaboración internacional es clave para fortalecer los enfoques de ambos países. Intercambiar metodologías, tecnologías y experiencias exitosas permitirá no solo mejorar la respuesta a los ciberataques, sino también anticipar amenazas y desarrollar estrategias preventivas más robustas. La firma de acuerdos, como el reciente entre el IPJBC y la ANTPJI, es un ejemplo de cómo el trabajo conjunto puede potenciar las capacidades de los peritos y elevar los estándares de ciberseguridad a nivel global.
En conclusión, México y España, aunque parten de realidades distintas, comparten el mismo objetivo: combatir eficazmente los delitos informáticos. La combinación de legislación sólida, infraestructura tecnológica, capacitación especializada y cooperación internacional será la clave para enfrentar con éxito los retos actuales y futuros en el ámbito de la ciberseguridad y el peritaje forense.
Sabemos que la educación continua es clave en un campo que evoluciona tan rápido como la informática forense. ¿Qué recomendación daría a las nuevas generaciones de profesionales que desean especializarse en este ámbito?
Mi recomendación principal para las nuevas generaciones que desean especializarse en informática forense es que adopten un enfoque de aprendizaje continuo y estén siempre preparados para adaptarse a la constante evolución tecnológica que caracteriza a este campo. La formación en herramientas avanzadas y el conocimiento de tecnologías emergentes, como inteligencia artificial, blockchain y análisis de datos, serán claves para mantenerse a la vanguardia.
Es imprescindible desarrollar una visión multidisciplinaria. La informática forense no solo exige habilidades técnicas para analizar evidencias digitales, sino también un conocimiento profundo del marco legal en el que estas evidencias se presentan. Entender cómo funcionan los procesos judiciales, la cadena de custodia y la validez de las pruebas ante un tribunal será fundamental para el éxito profesional.
Además, aconsejo participar activamente en foros especializados, seminarios y redes internacionales, donde se compartan las mejores prácticas, metodologías actualizadas y experiencias reales. Las certificaciones internacionales en ciberseguridad y peritaje forense, como CCFP, CEH o CHFI, aportan un reconocimiento global y validan las competencias adquiridas, facilitando el acceso a oportunidades laborales más especializadas.
La ética profesional debe ser el eje central en la formación de un perito forense. La responsabilidad de analizar y presentar pruebas implica un alto grado de integridad, transparencia y rigurosidad técnica. El compromiso con la verdad y la imparcialidad es lo que diferencia a un profesional destacado en este ámbito.
Por último, la especialización no debe limitarse al ámbito local. La ciberdelincuencia no tiene fronteras, por lo que resulta fundamental estar preparados para trabajar en entornos internacionales, con una mentalidad abierta y la capacidad de adaptarse a diferentes marcos legales y desafíos tecnológicos.
En definitiva, la informática forense es un campo apasionante y desafiante que premia a quienes combinan actualización tecnológica, multidisciplinariedad y ética profesional. Aquellos que cultiven estas habilidades estarán en una posición privilegiada para enfrentar con éxito los retos del futuro digital.
Finalmente, ¿Qué significa para usted este acuerdo con la ANTPJI y qué mensaje les daría a los profesionales interesados en sumarse a esta colaboración que une dos continentes en la lucha contra los delitos tecnológicos?
Este acuerdo con la ANTPJI representa una oportunidad histórica y estratégica para fortalecer la colaboración internacional en un campo tan crítico como es la lucha contra los delitos tecnológicos. Al unir los conocimientos, experiencias y metodologías de dos regiones con realidades diferentes pero desafíos comunes, como México y España, estamos creando un puente sólido que permitirá abordar los retos de la ciberseguridad con una visión más global y eficiente.
Este acuerdo no solo beneficiará a los profesionales involucrados, sino que también tendrá un impacto directo en la sociedad, al mejorar las capacidades de respuesta frente a delitos digitales y garantizar que las evidencias forenses se manejen con los más altos estándares internacionales.
A los profesionales interesados en sumarse a esta iniciativa, les diría que esta es una oportunidad única para impulsar su formación, ampliar sus horizontes y colaborar en una red internacional que promueve la excelencia en el peritaje informático. Participar en esta colaboración significa estar a la vanguardia del conocimiento en informática forense, acceder a tecnologías de última generación y aprender de casos y experiencias que trascienden fronteras.
Este tipo de alianzas no solo fortalecen nuestras competencias individuales, sino que también nos permiten contribuir a una ciberseguridad global más robusta y efectiva, algo imprescindible en un mundo hiperconectado donde los delitos informáticos no conocen límites geográficos. Invito a todas y todos los profesionales que tengan la vocación y el compromiso de especializarse en este ámbito a que se sumen y participen activamente en esta colaboración internacional que, sin duda, marcará un antes y un después en la lucha contra los delitos digitales
La implementación del curso de Perito Informático 5.0 marca un hito en la formación de profesionales altamente capacitados, capaces de enfrentar los desafíos del siglo XXI en México, España y más allá.