miércoles, enero 22, 2025

Falsos peritos informáticos: un peligro oculto en el mundo de la ciberseguridad y la justicia

Angel Bahamontes
Angel Bahamonteshttps://antpji.org/
Presidente de la Asociación Nacional de Tasadores y Peritos Judiciales Informáticos

En un mundo cada vez más digitalizado, la figura del perito informático se ha convertido en un pilar esencial para resolver casos judiciales relacionados con delitos tecnológicos. Sin embargo, el auge de esta profesión también ha dado pie a un problema grave: la proliferación de falsos peritos informáticos. Estos individuos no solo ponen en riesgo la resolución de los casos, sino también la confianza en la justicia y la seguridad de las pruebas digitales. En este artículo exploraremos cómo identificar a estos impostores, sus técnicas, y cómo protegerse de sus malas prácticas.

El auge del peritaje informático: Hace apenas 13 años, la figura del perito informático era prácticamente inexistente en España. En aquella época, los jueces recurrían a catedráticos o ingenieros informáticos para abordar casos relacionados con tecnología, aunque carecieran de un protocolo estandarizado o una metodología específica.

La Asociación Nacional de Tasadores y Peritos Judiciales Informáticos (ANTPJI) cambió este panorama al establecer un marco profesional y técnico. Introdujeron conceptos esenciales como la Cadena de Custodia o la metodología para la elaboración de una Pericial Informática, en su primer curso impartido en la Universidad Politécnica de Valencia y desarrollaron protocolos que hoy son estándar. Sin embargo, con el crecimiento de esta disciplina, también han surgido falsos expertos que, en lugar de contribuir, distorsionan la justicia y complican los procesos judiciales.

Cómo identificar a un falso perito informático:

Verificación de credenciales y experiencia profesional: Una de las primeras señales de alerta es la falta de credenciales verificables. Muchos falsos peritos utilizan títulos de dudosa procedencia o certificados de cursos cortos, algunos de apenas 29 horas, como algún decano de un Colegio Profesional de Ingenieros técnicos en Informatica, para proclamarse expertos en una disciplina que requiere años de formación y experiencia. Según la ANTPJI, es común encontrar perfiles que mencionan estudios en países donde el peritaje informático no está ni siquiera regulado.

Por ejemplo, se han detectado casos de individuos que alegan tener titulaciones de Paraguay u otros países sin normativas claras sobre la profesión. En España, la ingeniería informática no está regulada como una profesión colegiada, lo que facilita que algunos utilicen términos engañosos como «perito colegiado» para ganar credibilidad.

Un perito auténtico no solo debe demostrar formación técnica, sino también conocimiento profundo del marco legal español. La evidencia digital es altamente volátil y, si no se maneja correctamente, puede quedar invalidada en un juicio. Un falso perito no comprende ni respeta estos protocolos, poniendo en riesgo todo el caso.

Revisión del perfil profesional público: En la era de las redes sociales, el perfil público de un profesional puede ser una gran pista para evaluar su autenticidad. Los verdaderos expertos suelen estar rodeados de seguidores relevantes en su campo, comparten contenido técnico y académico, y reconocen sus limitaciones. Por el contrario, los falsos peritos tienden a plagiar contenidos, evitar dar crédito a otros y hacer afirmaciones provocativas para ganar notoriedad.

Un profesional legítimo también demuestra un compromiso continuo con su formación técnica y jurídica. Según la ANTPJI, los peritos informáticos, al igual que los profesionales de la abogacía o la medicina, saben que, deben mantenerse actualizados en herramientas forenses, avances tecnológicos y cambios legislativos. Si un supuesto Perito experto carece de publicaciones, entrevistas o apariciones relevantes en medios técnicos o científicos, es una señal clara de alerta.

Metodología y defensa en sede judicial: La metodología es un aspecto crucial en el trabajo del perito informático. Un profesional debe ser capaz de explicar cómo llegó a sus conclusiones, detallando las herramientas utilizadas y las fuentes de su análisis. Las herramientas gratuitas y poco fiables suelen ser el recurso predilecto de los falsos peritos, mientras que los auténticos utilizan soluciones forenses reconocidas, como EnCase, FTK o Magnet Forensics.

Además, la defensa en sede judicial es otra prueba de fuego. Los falsos peritos suelen fallar en este aspecto, ya que carecen de oratoria, metodología sólida y la capacidad de sostener sus argumentos bajo presión. En contraste, un buen perito sabe manejar preguntas técnicas y jurídicas, demostrando su conocimiento con claridad y profesionalismo.

El impacto de los falsos peritos informáticos: El daño causado por los falsos peritos va más allá de los casos individuales. Estos impostores crean confusión entre abogados y jueces, y en muchos casos, desvirtúan la percepción pública sobre la validez de la evidencia digital. Además, su falta de rigor puede llevar a la desestimación de pruebas críticas, lo que beneficia a los culpables y perjudica a las víctimas.

Según un estudio de la Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad (ENISA), el 70 % de los casos de cibercrimen en Europa se ven afectados por la falta de peritos informáticos, capacitados, lo que abre la puerta a la actuación de falsos expertos. En España, la ANTPJI ha detectado un aumento del 30 % en la oferta de cursos y formaciones sin respaldo académico, muchas de las cuales producen «titulados» sin la capacitación necesaria.

Soluciones tecnológicas y futuros avances:

Herramientas para verificar credenciales: La tecnología puede jugar un papel crucial para combatir a los falsos peritos. Plataformas como LinkedIn están integrando sistemas de verificación de certificaciones, mientras que soluciones basadas en blockchain podrían garantizar la autenticidad de los títulos académicos y certificaciones profesionales.

Formación continua y acreditación: La ANTPJI obliga todos los años a todos sus miembros a actualizar sus conocimientos técnicos y jurídicos, abogando por la creación de un registro nacional de peritos informáticos, donde los profesionales puedan inscribirse después de pasar una evaluación rigurosa. Este registro sería accesible para jueces y abogados, reduciendo la contratación de impostores.

Software avanzado para análisis forense: Herramientas como X-Ways Forensics, Cellebrite y Autopsy son indispensables en el trabajo pericial. Sin embargo, requieren formación especializada para ser utilizadas correctamente. Implementar estos programas en laboratorios de formación certificados podría elevar la calidad del peritaje en España y Europa.

Ángel Bahamontes, presidente de la ANTPJI, comenta: «El peritaje informático no es una profesión improvisada. No se trata solo de manejar software, sino de entender la ley, respetar la cadena de custodia y saber defender las conclusiones en un juicio. Los falsos peritos son una amenaza para la justicia y la sociedad. Por eso, instamos a los profesionales a formarse continuamente y a los clientes a verificar siempre las credenciales.»

Cómo protegerse de los falsos peritos

Investigue sus credenciales: Solicite pruebas de sus titulaciones y experiencia. Desconfíe de cursos cortos o títulos de dudosa procedencia. Pregunte por su especialidad y experiencia en un caso similar al suyo.

Consulte referencias: Pregunte a abogados o jueces que hayan trabajado con el perito. Un buen profesional tendrá una reputación sólida y no dudara en referenciarle a otro profesional, sino es competente en su materia

Examine su metodología: Solicite detalles sobre las herramientas y procesos utilizados. Asegúrese de que sigue estándares reconocidos.

Verifique sus publicaciones: Un experto legítimo tendrá contribuciones en revistas científicas, entrevistas o ponencias en eventos relevantes.

Los falsos peritos informáticos representan un riesgo significativo en el ámbito de la ciberseguridad y la justicia. Identificarlos y denunciarlos no solo protege a las víctimas, sino que también fortalece la confianza en la evidencia digital como herramienta judicial. Con una combinación de educación, tecnología y regulación, es posible reducir su impacto y garantizar que la profesión de perito informático se mantenga como un pilar confiable en el sistema legal.

Un verdadero perito informático sabe más por lo que calla que por lo que dice y no presume abiertamente en círculos políticos o empresarios, dando valor a su imagen profesional

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