Hace más de un año que las incansables piernas de mi tío, Federico Martín Bahamontes dejaron de pedalear, cerrando así un capítulo épico en la historia del ciclismo español. El primer español en conquistar el Tour de Francia falleció el 8 de agosto de 2023, a los 95 años, en la tranquilidad de su residencia en Villanueva de San Mancio, un pequeño pueblo vallisoletano de apenas 90 habitantes. Bahamontes, quien había elegido este rincón para vivir desde 2020, encontró en su serenidad el escenario perfecto para sus últimos años, lejos del bullicio, pero siempre rodeado por la grandeza de su legado.
Mi última comida con él fue antes de la pandemia en el restaurante debajo de su casa en Toledo, cuando discutíamos sobre el proyecto que realice sobre “El Museo de Bahamontes” donde después del compromiso de Eduardo Page, no termino de realizarse y aunque el valor exacto de su patrimonio sigue siendo un misterio, se sabe que Federico Martín Bahamontes dejó un legado material significativo. Entre sus bienes destacan varias cuentas en el Banco Santander, fondos en Bankia y BBVA, un seguro de vida, dos plazas de garaje, y una auténtica joya artística: un valioso dibujo firmado por Salvador Dalí. Por supuesto, no podía faltar su querida colección de bicicletas, símbolo indiscutible de la pasión que marcó toda su vida y su legendaria trayectoria en el ciclismo.
La vida del legendario ciclista Federico Martín Bahamontes, el «Águila de Toledo», ha dejado un legado más allá de su destacada trayectoria deportiva. Su fallecimiento en agosto de 2023 no solo marcó el final de una era en el ciclismo español, sino también el inicio de una complicada disputa por su herencia, que enfrenta a sus hijas biológicas y a una hija adoptiva cuya inclusión en los testamentos del exciclista ha sido objeto de controversia.
La batalla legal de sus dos hijas biológicas se centra ahora en demostrar que su padre, Federico Martín Bahamontes, no estaba en pleno uso de sus facultades físicas ni mentales cuando expresó su última voluntad. Alegan que una posible influencia indebida habría llevado a la adopción y al cambio en el testamento, lo que marcó un distanciamiento progresivo con su padre. Según afirman, las visitas se volvieron prácticamente imposibles en sus últimos años, cuando Bahamontes vivía con Victoria Sahagún y la madre de esta en un hotel rural en Villanueva de San Mancio. La sorpresa llegó durante una de las últimas hospitalizaciones del exciclista, cuando, al visitarlo, descubrieron que su padre había adoptado a Victoria como hija, revelando la existencia de una nueva hermana en circunstancias que consideran, cuanto menos, cuestionables.
Un vistazo a la historia familiar: Federico Martín Bahamontes, nacido en 1928, tuvo una vida llena de logros, incluyendo su victoria en el Tour de Francia en 1959. Contrajo matrimonio con Fermina Aguilar, con quien compartió más de seis décadas hasta su fallecimiento en 2018, a los 91 años de edad, sin embargo, durante su matrimonio, Bahamontes tuvo dos hijas biológicas fruto de una relación extramatrimonial, nacidas en 1987: María Victoria y María de los Ángeles.
En 2019, un año después de enviudar, Bahamontes adoptó a Victoria Sahagún, una mujer que había conocido décadas antes como azafata de su club ciclista. Este acto marcó un cambio significativo en la dinámica familiar y sentó las bases del actual conflicto por la herencia.
La clave legal: ¿Es válida la adopción?
El Código Civil español establece que la diferencia de edad entre adoptante y adoptado no debe ser superior a 45 años en el caso de mayores de edad. En este caso, la diferencia entre Bahamontes (91 años) y Sahagún (45 años) sería de 46 años, lo que pone en duda la legalidad de la adopción. Este hecho se suma a la controversia de que ni Bahamontes ni Sahagún se presentaron a ratificar formalmente la adopción en mayo de 2019, aunque esta se oficializó poco después.
Impacto de la adopción en la herencia: La adopción confiere a Victoria Sahagún derechos sucesorios equiparables a los de las hijas biológicas de Bahamontes. Esto incluye su inclusión como heredera universal en el último testamento, fechado en abril de 2022. Si la adopción fuera declarada nula, Sahagún perdería esta posición predominante en la herencia y se vería obligada a compartirla equitativamente con las hijas biológicas.
Los testamentos: un recorrido por las intenciones de Bahamontes
A lo largo de su vida, Bahamontes otorgó siete testamentos, lo que refleja la evolución de sus intenciones respecto a su patrimonio:
- El Primer testamento: Fue manuscrito y efectuado en febrero de 1960. En aquellos tiempos vivían sus padres, a los que le reconocía su porcentaje de herencia legítima. De esta forma, nombró en lo restante heredera universal a su esposa Fermina Aguilar.
- El Segundo testamento: Fue otorgado en octubre de 2010, medio siglo después. En este testamento se reconoce que tiene dos hijas extramatrimoniales. Hay que destacar que un testamento nuevo anula los testamentos anteriores. Pero el reconocimiento de hijos una vez reconocido en un testamento se mantiene, aunque se otorgue otro testamento posterior. En este segundo testamento le deja la herencia legítima a su mujer y nombra herederas universales por mitades a sus dos hijas.
- El Tercer testamento: Consta en enero de 2013 viene a mantener la esencial del anterior. Sin embargo, incluye en la redacción que la herencia legítima de su mujer, Fermina, pueda ser satisfecha mediante pago económico de las herederas universales.
- Cuarto testamento: Su fecha es de septiembre de 2017. En este testamento por primera vez aparecería Victoria Sahagún, pero como albacea. El albacea es un cargo que se encarga en las herencias de administrar y gestionar la herencia.
- Quinto testamento: Fechado en noviembre de 2017, Victoria Sahagún es nombrada heredera del tercio de libre disposición, mientras que los dos tercios restantes se asignan a las hijas biológicas, pero concurriendo y respetando la parte de la esposa.
- Sexto testamento: De abril de 2020, momento en el que ya había fallecido su esposa y había adoptado a Victoria, el panorama legal de sistema de legítimas cambia por completo. En el anterior testamento tenía esposa y dos hijas. Pero en este momento, era viudo y tenía tres hijas con la adopción de Victoria. En este testamento nombra heredera universal de toda su herencia a Victoria Sahagún. Además, respeto de sus dos hijas biológicas añade que ya han recibido en vida lo que por legítima pudiera corresponderles. Además, respeto de sus dos hijas biológicas añade que ya han recibido en vida lo que por legítima pudiera corresponderles. Deja además constancia expresamente de que habían recibido un préstamo por importe de 1.225.000 euros.
- Séptimo testamento y ultimo testamento: Este último documento de fecha 6 de abril de 2022, mantiene lo indicado en el anterior, pero con una modificación importante, ratifica la condición de heredera universal de Sahagún, cambiando el concepto de préstamo a donación para justificar el importe entregado a las hijas biológicas. Estas, por su parte, niegan haber recibido dicho dinero.
Este testamento es impugnable, pero lo que habrían hecho las dos hijas biológicas sería impugnar la adopción pidiendo que se declare nula.
El dilema ético y legal: Las hijas biológicas de Bahamontes argumentan que su padre no estaba en plenas facultades mentales al otorgar el último testamento. Alegan una posible influencia indebida por parte de Sahagún, quien, según ellas, asumió un papel dominante en los últimos años de vida del ciclista.
El papel de la adopción: La adopción de Sahagún no solo redefine el esquema sucesorio, sino que también plantea interrogantes éticos. ¿Fue un acto genuino de paternidad o una estrategia para beneficiar a una persona específica en detrimento de las hijas biológicas? La falta de ratificación formal de la adopción y el contexto en el que se realizó alimentan estas dudas.
Consecuencias legales de la disputa
Si se anula la adopción:
- Victoria Sahagún perdería su condición de hija adoptiva y, por ende, sus derechos equiparables a los de las hijas biológicas.
- El testamento de 2022 quedaría en entredicho, y la herencia se redistribuiría según las disposiciones anteriores, respetando los derechos legítimos de las hijas biológicas.
Si se mantiene la adopción: Sahagún mantendría su posición de heredera universal, pero las hijas biológicas podrían impugnar el testamento por inoficioso, argumentando que no se respetó su derecho a una novena parte de la herencia.
Además del impacto legal, este conflicto ha dejado una profunda huella emocional y social. La inscripción en la lápida de Bahamontes, realizada por Sahagún, y la ausencia de mención a las hijas biológicas simbolizan la división familiar y han generado indignación entre algunos allegados. Mientras tanto, el legado deportivo del «Águila de Toledo» se ve opacado por esta disputa, que sigue sin resolverse más de un año después de su fallecimiento.
El caso de la herencia de Bahamontes no solo pone de manifiesto los retos legales asociados a la planificación patrimonial, sino que también plantea preguntas fundamentales sobre la ética, la familia y la influencia en decisiones trascendentales. Sea cual sea el desenlace, este conflicto es un recordatorio de la importancia de la transparencia y la previsión en la gestión del patrimonio, especialmente en casos donde las dinámicas familiares son complejas.
El conflicto no solo ha llegado a los tribunales, sino también a la lápida de Bahamontes, donde Victoria dejó grabado un mensaje cargado de significado: “Siempre estaré donde tú estés”.
Mientras Victoria defiende su papel como cuidadora principal del exciclista y recalca que siempre actuó en su beneficio, amigos cercanos como un antiguo compañero de Bahamontes sostienen que ella era la persona de confianza del ciclista en sus últimos años, en contraste con las hijas biológicas, quienes, según él, apenas lo visitaban.
Querido Tío, siempre fuiste una leyenda en vida, y ahora, como el Cid Campeador, sigues librando batallas y dejando huella incluso después de tu partida. Tu legado no solo está en tus triunfos, sino en la inspiración y las enseñanzas que permanecerán con nosotros para siempre.