Angel Bahamontes advierte: los riesgos de las aspiradoras automáticas que «los carga el demonio»
Cada vez son más populares los dispositivos que se conectan a nuestra red, sin que podamos securizarlos, hoy hablamos de las aspiradoras automáticas, como las populares Roomba, que, han revolucionado la forma de mantener limpios nuestros hogares. Estos dispositivos inteligentes son el sueño cumplido para quienes desean delegar tareas de limpieza sin renunciar a la eficiencia. Sin embargo, detrás de su aparente comodidad, se esconden riesgos relacionados con la privacidad y la ciberseguridad, tal como advierte el experto en ciberseguridad Ángel Bahamontes: «Todos los dispositivos conectados a Internet los carga el demonio».
Las ventajas que esconden riesgos: Es innegable que las aspiradoras automáticas son prácticas, autónomas y eficientes. Con sensores avanzados y conectividad a Internet, mapean tu hogar, se adaptan a diferentes tipos de superficies y aprenden la disposición de las habitaciones para optimizar su rendimiento. Pero la tecnología que las hace tan útiles también las convierte en un posible punto débil para la privacidad de sus usuarios.
Según Bahamontes, estos dispositivos recopilan datos que van más allá de lo necesario para su funcionamiento. «Roomba, por ejemplo, no solo crea un mapa de tu casa; también guarda su ubicación, recoge imágenes e incluso vídeos que son enviados a otras empresas», asegura. El fabricante alega que, estos datos se utilizan para mejorar los servicios, pero es un acto de fe, ya que también abren la puerta a filtraciones y usos malintencionados.
Cuando la privacidad queda en el aire
Uno de los casos más impactantes que Bahamontes menciona ilustra perfectamente el riesgo. «Una Roomba capturó imágenes mientras una mujer con un alto cargo político del gobierno, estaba en el lavabo, y esas fotografías terminaron filtradas en Internet». Mediante un informe pericial demostramos este hecho y el incidente no solo pone en evidencia los peligros inherentes a la recopilación de datos, sino también la falta de regulación específica que proteja a los usuarios frente a este tipo de situaciones.
La información recopilada por estos dispositivos incluye:
- Mapas detallados del hogar.
- Imágenes y vídeos del interior de las viviendas.
- Datos demográficos de los usuarios.
- Patrones de uso y duración de las sesiones de limpieza.
En algunos casos, estas imágenes y datos se utilizan para entrenar modelos de inteligencia artificial, pero su exposición a terceros convierte a los usuarios en potenciales víctimas de ciberdelincuentes o filtraciones no autorizadas.
¿Cómo proteger tu privacidad? Bahamontes ofrece una serie de recomendaciones para minimizar los riesgos asociados al uso de estos dispositivos. «Todo lo que es vulnerable será explotado tarde o temprano», asegura, subrayando la importancia de ser conscientes de las configuraciones y permisos que otorgamos.
Consejos prácticos para proteger tu privacidad
- Revisa la configuración de privacidad de la aplicación: Muchas aspiradoras automáticas permiten ajustar el nivel de datos compartidos.
- Desactiva el envío de datos de uso: Es una opción disponible en la mayoría de las apps de gestión de estos dispositivos.
- Desconecta el Wi-Fi si no es necesario: Esto evita que el dispositivo envíe información en línea.
- Gestiona servicios de suscripción: Ajusta las preferencias de reabastecimiento automático para limitar los datos compartidos.
- Desactiva la integración con asistentes de voz: Alexa o Google Assistant pueden facilitar el control del dispositivo, pero también exponen más información.
- Restringe la geolocalización precisa: Limitar el acceso a tu ubicación reduce la cantidad de datos que el dispositivo puede recopilar.
Las aspiradoras automáticas son un avance tecnológico que mejora la calidad de vida, pero su uso exige un enfoque consciente. La pregunta que plantea Bahamontes es contundente: ¿estamos dispuestos a sacrificar nuestra privacidad por comodidad? Los usuarios deben evaluar cuidadosamente los riesgos y beneficios antes de incorporar estos dispositivos a sus hogares.
La industria tecnológica tiene la responsabilidad de desarrollar dispositivos más seguros y transparentes en el manejo de datos. Empresas como iRobot, fabricante de Roomba, han comenzado a implementar configuraciones de privacidad más avanzadas y alertas de seguridad para los usuarios, pero aún queda camino por recorrer.
Desde un punto de vista legislativo, es necesario que existan regulaciones más estrictas sobre el uso de los datos recopilados por dispositivos domésticos inteligentes. En Europa, el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) es un marco robusto, pero su aplicación debe extenderse específicamente a estas tecnologías.
Además, la educación del usuario es crucial. Bahamontes concluye: «La tecnología no es el enemigo, pero sí lo es el desconocimiento. Usar dispositivos conectados exige ser responsables con los datos que generamos».
Otro día hablaremos de los Robots de Cocina y sus peligros