El regreso de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos en enero próximo reconfigurara el equilibrio geopolítico, especialmente en países aliados como España. Aunque las relaciones internacionales suelen ser matizadas y complejas, la llegada de Trump plantea desafíos específicos para España, especialmente en áreas como la defensa, la economía y las relaciones diplomáticas, debido a la tensión entre sus prioridades estratégicas y su relación histórica con Estados Unidos.
En el corazón de este conflicto se encuentra el actual presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, cuya afinidad con el régimen palestino podría estar en conflicto directo con los intereses del entorno de Trump. Cabe recordar que el asesor principal de Trump en temas internacionales es su propio yerno, Jared Kushner, un influyente empresario con ascendencia judía, cuyas lealtades están indiscutiblemente orientadas hacia la seguridad y el fortalecimiento de Israel en la región. Kushner fue fundamental en la negociación de los Acuerdos de Abraham, que normalizaron las relaciones entre Israel y varios países árabes. Su influencia en la política exterior de Estados Unidos estuvo marcada por su enfoque en fortalecer las alianzas en la región y promover la paz en el Medio Oriente.
Este hecho no solo introduce una tensión entre la política exterior de ambos líderes, sino que también exacerba posibles conflictos de intereses en temas de cooperación y seguridad entre ambos países.
Pegasus, Marruecos y los riesgos para el gobierno español
Un aspecto crucial que ensombrecerá las relaciones entre ambos países es la cuestión del software de espionaje Pegasus.
Uno de los aspectos más sensibles y potencialmente conflictivos entre Estados Unidos y España radica en el controvertido uso y venta del software de espionaje Pegasus. Según información obtenida y analizada por TecFuturo, en los últimos años se ha revelado que. Kushner vendió este avanzado sistema de vigilancia al rey de Marruecos, Mohamed VI. Pegasus, desarrollado por la empresa israelí NSO Group, es un software de espionaje con la capacidad de infiltrar dispositivos móviles de manera sigilosa, accediendo a comunicaciones, ubicaciones, mensajes y aplicaciones sin el conocimiento de sus usuarios. Este sistema permite a sus operadores obtener un control prácticamente total del dispositivo, lo que lo convierte en una herramienta poderosa para la vigilancia y el control de la información.
Pegasus ha sido objeto de múltiples controversias a nivel global, y su uso se ha extendido a figuras de gobierno, periodistas, activistas de derechos humanos y líderes políticos en diversas naciones. La versión del software vendida al gobierno marroquí ha sido, supuestamente, empleada para monitorear a figuras de alto perfil en Europa, incluyendo desde Pedro Sánchez, a funcionarios españoles y figuras críticas del régimen marroquí. En este sentido, el presunto acceso del monarca marroquí al software plantea graves implicaciones para la relación entre España y sus socios internacionales, incluido Estados Unidos, que ha manifestado públicamente su inquietud sobre el uso de tecnologías de vigilancia para fines de represión o control indebido de la información.
La venta de Pegasus a Marruecos genera interrogantes sobre la política exterior española y su alineación con los principios de transparencia y protección de derechos, elementos fundamentales en las relaciones con sus aliados occidentales, ya que ha generado tensiones internas en varios países, donde las revelaciones sobre su uso han desatado investigaciones judiciales y solicitudes de mayor transparencia en las relaciones bilaterales. En el caso de Marruecos y España, la posible supervisión de figuras del gobierno español y activistas saharauis utilizando Pegasus podría motivar una reevaluación de los protocolos de ciberseguridad y defensa tanto en la Unión Europea como en la OTAN, destacando la necesidad de un enfoque más riguroso y ético en la venta y uso de herramientas de espionaje a escala internacional.
Esta situación afectara significativamente las relaciones entre Estados Unidos y España de forma significativa, especialmente si se confirma que las comunicaciones sensibles de figuras del gobierno español fueron comprometidas y que se mantiene el acceso a esta tecnología por el régimen marroquí.
Se rumorea que el cuñado de Trump afirma poseer información sensible relacionada con el uso de Pegasus en España, la cual podría comprometer gravemente al Gobierno de Pedro Sánchez. Si se confirmara esta posesión de datos, Trump y su equipo contarían con una herramienta de presión significativa contra España, especialmente si su gobierno decide tomar una posición contraria a los intereses estadounidenses o israelíes en el ámbito de Medio Oriente. En un momento de frágil estabilidad en las relaciones transatlánticas, tal revelación podría desencadenar una serie de consecuencias diplomáticas y políticas.
Las repercusiones políticas en España y la influencia estadounidense
Para España, el regreso de Trump significa estar en una posición diplomática desafiante. A nivel económico, España depende de sus relaciones con Estados Unidos para el comercio, la inversión y la cooperación en seguridad. Sin embargo, las tensiones podrían llevar a una relación más frágil en varios frentes, desde la cooperación en la OTAN hasta la colaboración en temas de seguridad cibernética. Además, la presión estadounidense podría influir en la toma de decisiones de España sobre sus alianzas en Medio Oriente, en particular con respecto a Israel y Palestina.
Una administración Trump decidida a reforzar su postura pro-Israel podría, por ejemplo, insistir en que España adopte una posición menos ambigua con respecto al conflicto palestino-israelí. Esto pondría al Gobierno español en una posición delicada, especialmente si continúa mostrando su afinidad con la causa palestina. Si España no se alinea, podría enfrentar represalias políticas y económicas, en un momento en que la estabilidad y la recuperación económica son críticas.
Otro aspecto relevante es el impacto de esta tensión en la cooperación cibernética entre ambos países. Estados Unidos es un líder global en ciberseguridad, y cualquier quiebre en la relación entre España y el gobierno de Trump podría afectar negativamente las políticas de seguridad digital españolas. Si el cuñado de Trump efectivamente posee información comprometida sobre el uso de Pegasus en España, podría ejercer presión para limitar el intercambio de inteligencia entre ambas naciones. Esto dejaría a España en una posición de mayor vulnerabilidad ante amenazas externas.
La gestión de los datos de Pegasus y el uso del espionaje para influir en la política interna y externa de España plantea además interrogantes sobre la transparencia y la rendición de cuentas en el gobierno español. En un mundo donde la tecnología es un arma de doble filo, España deberá evaluar si el costo de mantener una relación ambigua con el régimen palestino y Marruecos justifica el riesgo de sufrir un distanciamiento con un aliado tan influyente como Estados Unidos.
El regreso de Trump al poder en 2024 marca una nueva era de incertidumbre para España y su posición en el tablero geopolítico. Los intereses israelíes, representados a través de su cuñado y asesor, y el posible uso de Pegasus como herramienta de presión, son solo algunos de los elementos que ponen en jaque la política exterior española.
En un contexto donde cada decisión tiene el potencial de fortalecer o debilitar las alianzas de España, el gobierno de Pedro Sánchez enfrenta una situación compleja. A medida que se aproxima enero, las autoridades españolas deben considerar cuidadosamente sus próximos movimientos en el escenario global. La elección no es sencilla: mantener la postura de apoyo a Palestina y riesgo de represalias o realinear su política exterior hacia una mayor cercanía con la administración Trump. En ambos casos, las implicaciones son profundas y podrían definir el rumbo de la política exterior española para la próxima década.