Inseguridad en las Funerarias, falta de ciberseguridad y la ética en el sector
El robo de objetos personales en una morgue pone de relieve la falta de controles en el sector funerario. Descubre cómo la ciberseguridad y la tecnología pueden prevenir este tipo de delitos y proteger los datos sensibles de los fallecidos y sus familiares.
La noticia de que un trabajador de una funeraria ha sido condenado por robar objetos personales de una fallecida en la morgue ha generado gran indignación, especialmente por tratarse de un entorno que debería ser un lugar de respeto y dignidad para los difuntos y sus familiares. El incidente, que ocurrió en la morgue del Complejo Hospitalario de la Universidad de Santiago de Compostela, no es un hecho aislado, sino que refleja un problema más amplio relacionado con la falta de controles internos, tanto a nivel de ética profesional como de ciberseguridad.
El acusado, que aprovechó su posición para sustraer varias joyas, un teléfono móvil y una cartera de la fallecida, fue condenado por la Audiencia Provincial de A Coruña a una multa de 270 euros y a indemnizar a la hija de la fallecida con 400 euros. Este tipo de delitos no solo impacta emocionalmente a las familias, sino que también pone en entredicho la seguridad de las instalaciones hospitalarias y funerarias.
El robo en la morgue y el impacto ético:
El robo de objetos personales de una persona fallecida es una violación ética que va más allá del hurto común. Las familias confían en que los restos y pertenencias de sus seres queridos serán tratados con dignidad y respeto. Sin embargo, este caso ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de estos entornos frente a personas que, aprovechándose de su acceso, cometen actos delictivos.
Según la sentencia, el trabajador sustrajo una cadena de oro, dos medallas y una cruz de oro, además de un teléfono móvil y una cartera. La justificación del acusado en su apelación fue que, más allá del teléfono, no había pruebas suficientes para el resto de los elementos robados. Sin embargo, el tribunal desestimó este argumento, señalando que la valoración de la prueba había sido razonable y ajustada.
En el ámbito funerario, donde el respeto hacia los fallecidos y sus pertenencias debería ser inviolable, este tipo de delitos son un golpe para la confianza de los familiares que dejan los objetos personales de sus seres queridos en manos de profesionales que, supuestamente, están capacitados para manejarlos con dignidad.
Casos similares y la intervención de la ANTPJI
Este incidente no es el único de su tipo. Durante la pandemia, se reportaron varios casos similares en los que trabajadores de funerarias se apropiaron de objetos de personas fallecidas, aprovechando el caos y la falta de control. La Asociación Nacional de Tasadores y Peritos Judiciales Informáticos (ANTPJI) realizó varias periciales que demostraron que trabajadores se llevaron objetos por un valor estimado en más de 385.000 euros. Estos actos se llevaron a cabo en un contexto donde las familias, debido a las restricciones sanitarias, no podían acceder a las morgues ni a los objetos de sus seres queridos.
Angel Bahamontes, presidente de la ANTPJI, subrayó la importancia de contar con controles más estrictos y sistemas de vigilancia en estas instalaciones. Según Bahamontes, “durante la pandemia, la falta de controles y la sobrecarga del personal permitió que se cometieran estos actos, que de otra manera habrían sido evitados si se hubieran implementado sistemas de seguridad más rigurosos”.
El papel de la ciberseguridad en la protección de datos y pertenencias
Aunque el incidente del robo de objetos personales es un problema grave en sí mismo, el sector funerario también enfrenta otros desafíos relacionados con la protección de datos y la seguridad digital. Muchas veces, los teléfonos móviles y otros dispositivos de las personas fallecidas contienen datos personales sensibles, desde información financiera hasta fotos y mensajes privados. La falta de control sobre quién tiene acceso a estos dispositivos puede llevar a la filtración de datos o, en el peor de los casos, a fraudes digitales.
En este sentido, la ciberseguridad juega un papel crucial en la protección de los datos de las personas fallecidas y de sus familiares. La ANTPJI ha destacado la necesidad de implementar sistemas de gestión y protección de datos en el sector funerario, especialmente en un mundo donde gran parte de nuestra información personal está digitalizada.
Tecnologías para prevenir el robo y mejorar la seguridad: Para prevenir incidentes como el robo de objetos personales en las morgues y mejorar la seguridad en general, se pueden implementar varias tecnologías y medidas de control. Estas soluciones no solo ayudarían a proteger las pertenencias físicas, sino también los datos digitales que pueden estar comprometidos.
Sistemas de videovigilancia y control de acceso: Uno de los métodos más eficaces para prevenir robos en instalaciones funerarias es la instalación de sistemas de videovigilancia y control de acceso. Estos sistemas permiten monitorear en tiempo real quién entra y sale de áreas sensibles como las morgues, y disuadir a posibles infractores. Además, en caso de que ocurra un incidente, las grabaciones pueden ser utilizadas como prueba en procesos judiciales.
Gestión digital de inventario: Implementar un sistema de gestión digital de inventario también puede ser una medida útil para evitar la sustracción de objetos personales. Al registrar cada objeto que llega a la morgue y asignarlo a un responsable, se crea una cadena de custodia que dificulta la desaparición de pertenencias sin dejar rastro.
Ciberseguridad en dispositivos personales: El aumento de la digitalización en la vida cotidiana ha hecho que muchas personas almacenen información importante en sus teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos. Estos dispositivos deben ser gestionados de manera adecuada tras el fallecimiento de su propietario para evitar accesos no autorizados. Las herramientas de cifrado y la gestión remota de dispositivos son esenciales para proteger los datos personales, especialmente cuando los dispositivos son manipulados por terceros, como en el caso de los trabajadores de funerarias.
La ANTPJI ha hecho un llamado para que se utilicen tecnologías avanzadas de seguridad en estos casos. «Es fundamental contar con protocolos claros para la manipulación de dispositivos electrónicos, asegurando que los datos personales de los fallecidos no sean comprometidos. Las funerarias y hospitales deben implementar medidas estrictas para garantizar la protección de estos datos», afirma Bahamontes.
Futuras medidas de ciberseguridad en el sector funerario
El sector funerario está en una encrucijada. La digitalización de los datos personales y la creciente necesidad de transparencia en los procesos requieren que las funerarias adopten medidas de seguridad más estrictas, tanto físicas como digitales. Algunas de las posibles medidas que podrían implementarse en un futuro cercano incluyen:
- Capacitación en ciberseguridad: Tanto el personal funerario como los hospitales deberían recibir formación en ciberseguridad para garantizar que los dispositivos electrónicos y la información personal de los fallecidos sean tratados de manera adecuada y segura.
- Seguridad biométrica: El uso de tecnologías biométricas para el acceso a áreas restringidas en hospitales y funerarias puede ser una forma eficaz de evitar que personas no autorizadas accedan a pertenencias y datos personales.
- Blockchain: La tecnología blockchain puede ser utilizada para crear registros inmutables de las pertenencias y dispositivos electrónicos de las personas fallecidas, asegurando que cualquier manipulación o acceso no autorizado quede registrado y sea fácil de detectar.
El robo de objetos personales en las morgues es una violación tanto ética como legal que afecta a las familias de los fallecidos en uno de los momentos más vulnerables de sus vidas. A medida que el sector funerario se enfrenta a desafíos crecientes en cuanto a la seguridad de las pertenencias físicas y digitales, es crucial que se implementen nuevas tecnologías y protocolos para proteger tanto los objetos de valor como la información sensible.
La ANTPJI ha demostrado, a través de sus periciales, que este tipo de incidentes pueden evitarse con un enfoque adecuado de ciberseguridad y control físico. En un mundo donde la tecnología está cada vez más integrada en todos los aspectos de la vida, es necesario que los sectores más sensibles, como el funerario, se adapten a los nuevos tiempos y tomen medidas para proteger a los fallecidos y a sus familias.