En el marco del Día Mundial Antifalsificación y con la llegada de grandes eventos deportivos como la Eurocopa 2024 y los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París, la Asociación para la Defensa de la Marca (ANDEMA) ha destacado las significativas pérdidas que las falsificaciones de equipamiento deportivo causan a la industria. Según datos recientes de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), en España las marcas de equipamiento deportivo pierden 84 millones de euros anuales debido a productos falsificados, lo que representa un 12,5% de pérdidas en ventas.
El Impacto Económico y Social de este problema no se limita a España. En toda Europa, las pérdidas ascienden a 850 millones de euros al año. Estos números reflejan solo una parte del problema, ya que no incluyen artículos como camisetas de fútbol y zapatillas deportivas, que forman una gran parte de los 12.000 millones de euros anuales perdidos en el sector textil en Europa.
Gerard Guiu, director general de ANDEMA, enfatiza el papel crucial de las marcas en el patrocinio deportivo: “Las empresas titulares de marca son grandes patrocinadores del deporte y de eventos importantes para los aficionados. Si las marcas no tuvieran capacidad para patrocinar, se verían afectados tanto el deporte como los eventos deportivos”.
El «Barómetro de la propiedad intelectual entre los jóvenes» de la EUIPO revela que el 13% de los españoles de entre 15 y 24 años admite comprar equipamiento deportivo falsificado de forma intencionada. Aunque este porcentaje desciende al 10% en el promedio europeo, sigue siendo una cifra alarmante que subraya la necesidad de educación y concienciación sobre los riesgos y las implicaciones de comprar falsificaciones.
Riesgos para la Salud y el Medioambiente
ANDEMA y la EUIPO destacan que el equipamiento deportivo falsificado no solo perjudica económicamente a las marcas y afecta al empleo, sino que también representa serios riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores. Estos productos suelen fallar en momentos críticos y pueden contener ingredientes tóxicos o peligrosos. Además, no pasan controles de calidad, no cumplen con la normativa y son altamente nocivos para el medioambiente.
Guiu señala: “Cuando un aficionado a un deporte compra a propósito una falsificación, está poniendo en riesgo su salud, su seguridad y el deporte que tanto le emociona”.
La lucha contra las falsificaciones de equipamiento deportivo es esencial para proteger la economía, el empleo y la seguridad de los consumidores. En un momento en que el deporte mueve pasiones y es un pilar fundamental de la sociedad, es vital que los aficionados comprendan el impacto negativo de las falsificaciones y apoyen a las marcas auténticas que hacen posibles los eventos y competiciones que tanto disfrutan.