Durante la Asamblea Ordinaria del Colegio de Abogados de Tijuana, el presidente Alexander Bazán Gómez Llanos puso énfasis en la creciente relevancia de la prueba digital en los procedimientos judiciales. Subrayó la contundencia y eficacia de la pericia informática, y remarcó que los abogados deben adaptarse a los tiempos, digitalizarse y adquirir competencias específicas en el manejo de nuevas tecnologías, fundamentales para afrontar los desafíos jurídicos de la era digital, donde las interacciones sociales y comerciales se desarrollan principalmente en entornos electrónicos.
Bazán Gómez Llanos destacó también el papel esencial de los peritos informáticos como aliados estratégicos del abogado, ya que aportan elementos técnicos clave tanto para la defensa como para la acusación, en un contexto donde la mayoría de las transacciones y comunicaciones se realizan digitalmente.
La pericia informática se consolida como una herramienta crucial para la aportación de pruebas válidas ante los tribunales. Gracias al uso de programas, aplicaciones y herramientas tecnológicas, es posible demostrar de forma clara y contundente los hechos ocurridos, facilitando al juez y a las partes una comprensión más precisa del caso.
En este marco, Daniel Bueno González, perito en informática forense y director del Instituto de Peritos de Baja California, ofreció una clase magistral titulada “La prueba pericial en informática: su ofrecimiento y desarrollo en diversas materias”. Durante su intervención, explicó cómo evidencias digitales como mensajes de WhatsApp, correos electrónicos o datos de geolocalización pueden constituir pruebas sólidas, siempre que se garantice su autenticidad mediante el cumplimiento riguroso del protocolo de Cadena de Custodia. Afirmó que contar con un perito informático capacitado puede ser determinante para ganar un juicio o evitar una condena.
Bueno González hizo hincapié en la necesidad de que los litigantes se formen en esta materia, para poder presentar y defender eficazmente evidencias digitales en juicio. Subrayó que todo litigio hoy en día tiene un componente tecnológico, por lo que es imprescindible contar con especialistas que permitan esclarecer los hechos con rigor técnico.
Asimismo, recalcó que los peritos informáticos colaboran activamente con la Fiscalía y el Poder Judicial, ayudando a robustecer tanto acusaciones como defensas mediante informes periciales que ilustran al juez. Mencionó que muchos litigantes aún desconocen la fuerza probatoria de estas evidencias, que son plenamente admitidas en el proceso penal. Además, señaló que los peritos oficiales están disponibles para apoyar a los abogados en casos como verificación y autenticación de correos electrónicos, intromisión en telecomunicaciones, difamación, cargos bancarios no reconocidos o geolocalización en casos de desapariciones.
Como cierre destacado, se anunció en exclusiva el convenio entre el Colegio de Abogados de Tijuana y CETYS Universidad, que ofrecerá descuentos exclusivos a sus miembros en programas académicos como licenciaturas, maestrías y diplomados. Esta alianza forma parte de una estrategia de fortalecimiento profesional para el gremio jurídico en Baja California.
La prueba digital: un eje clave en la administración de justicia
Durante su intervención en la Asamblea Ordinaria del Colegio de Abogados de Tijuana, Daniel Bueno González, director del Instituto de Peritos de Baja California, compartió su experiencia en el manejo y presentación de pruebas digitales ante los tribunales. Explicó cómo evidencias obtenidas de plataformas como WhatsApp, correos electrónicos o Google Maps son consideradas pruebas fehacientes y válidas dentro del proceso penal, siempre que se respete estrictamente la cadena de custodia y se garantice la autenticidad, el modo, el tiempo y el lugar de obtención de la información.
Destacó la creciente relevancia del uso de videos e imágenes en el ámbito penal, herramientas que han permitido a los jueces contar con mayores elementos probatorios antes de emitir una resolución. Enfatizó que un terminal móvil se ha convertido en un instrumento de poder: su capacidad para registrar hechos, especialmente actuaciones policiales, lo transforma en una herramienta clave para garantizar el respeto a los derechos humanos, ya que estos registros pueden ser determinantes en procesos judiciales.
El perito subrayó que cualquier elemento digital puede constituir prueba de cargo o descargo en juicio, ofreciendo a los juzgadores una mayor certeza en la aplicación de la justicia. Asimismo, resaltó el papel de los peritos informáticos en el apoyo técnico a la Fiscalía y al Poder Judicial, colaborando con investigaciones que permiten ilustrar al juez y fortalecer tanto la acusación como la defensa.
Sin embargo, reconoció que aún existe un considerable desconocimiento entre los litigantes respecto al uso y validez de estas herramientas tecnológicas, a pesar de que ya son plenamente admitidas en el proceso penal. Recordó que los peritos particulares acreditados forman parte de un padrón oficial del Poder Judicial y están disponibles para brindar asesoría técnica a cualquier ciudadano.
Entre los delitos más comunes en los que las pruebas digitales resultan cruciales mencionó la difamación y los cargos bancarios no reconocidos. En estos casos, la coordinación efectiva entre peritos y abogados resulta esencial para diseñar estrategias legales que beneficien a los ciudadanos.
Advirtió también sobre el uso de capturas de pantalla, señalando que, si bien pueden ser útiles para iniciar una denuncia, requieren respaldo técnico forense para tener validez probatoria y evitar ser impugnadas o desestimadas. Es imprescindible autenticar los metadatos que sólo se encuentran en los dispositivos originales, lo cual permite la trazabilidad e identificación de los responsables, más aún en una era donde la Inteligencia Artificial plantea nuevos desafíos en la alteración de contenidos digitales.
Remarcó que elementos como videos, fotografías o mensajes pueden ser pruebas válidas en casos tan diversos como desapariciones forzadas, secuestros o acoso escolar. Por ello, instó a las víctimas a conservar cuidadosamente estas evidencias a lo largo del proceso de investigación.
Bueno González explicó que los investigadores forenses tienen la capacidad técnica para analizar información almacenada en teléfonos móviles, computadoras y otros dispositivos, incluyendo la geolocalización, historial de navegación y perfiles falsos en redes sociales. “Los datos digitales de una persona desaparecida pueden ser la clave para ubicar sus últimos movimientos y orientar la búsqueda,” explicó. Detalló que es crucial contar con información como los teléfonos que usaba, sus contactos cercanos o sus redes sociales, ya que estos elementos proporcionan pistas fundamentales.
Llamó a la ciudadanía, especialmente a los padres de familia, a estar informados sobre el uso que sus hijos hacen de internet, ya que muchos delitos se inician con un simple anuncio de un juego o una invitación a “hacer amigos”. Señaló que la delincuencia actual no se limita a sicarios; también incluye delincuentes “de cuello blanco”, profesionales con formación en ingeniería que emplean herramientas tecnológicas sofisticadas para cometer delitos. “Debemos subir el nivel para poder ubicarlos,” concluyó.
Finalmente, el presidente del Colegio reafirmó su compromiso con la formación continua de los abogados, destacando las visitas recientes a universidades locales para informar a los estudiantes de último año sobre los beneficios de colegiarse, en una iniciativa impulsada por la FEDABO. Asimismo, anunció la formalización de un convenio con CETYS Universidad, que otorgará descuentos exclusivos en programas de licenciatura, maestría y diplomados a los miembros del Colegio, fortaleciendo así el desarrollo profesional del gremio jurídico en Baja California.
