jueves, octubre 17, 2024

¿Porque quedan impunes la mayoría de las Estafas Informáticas?

Angel Bahamontes
Angel Bahamonteshttps://antpji.org/
Presidente de la Asociación Nacional de Tasadores y Peritos Judiciales Informáticos

Descubre por qué la mayoría de las estafas informáticas quedan sin resolver y qué tecnologías pueden mejorar la investigación y reducir la impunidad en el cibercrimen.

Con el auge de las tecnologías de la información, los ciberdelincuentes encuentran en el espacio digital un terreno fértil para cometer sus crímenes, aprovechando la expansión de las transacciones en línea. Sin embargo, la impunidad de la mayoría de estos delitos plantea preguntas importantes: ¿existe un vacío legal que facilita su impunidad, o se debe a la falta de recursos y capacitación en la investigación?

La realidad detrás de la impunidad: falta de investigación y recursos

El marco legal para las estafas informáticas existe. Según el Código Penal Español, el delito de estafa está claramente contemplado en los artículos 248 a 251. Esto incluye la manipulación fraudulenta de datos para obtener un beneficio económico, como en el caso de transferencias electrónicas o la apropiación indebida de datos personales. Sin embargo, el problema principal no radica en la falta de leyes, sino en la capacidad de los órganos judiciales y las fuerzas de seguridad para aplicar estas normativas de manera efectiva en el entorno digital.

Un magistrado consultado señala que «el delito de estafa existe como tal en el Código Penal; no hay un vacío legislativo, sino uno de investigación». En otras palabras, las leyes están diseñadas para castigar estos crímenes, pero la falta de herramientas tecnológicas y de personal capacitado coloca a las autoridades en desventaja frente a los delincuentes.

Dificultades técnicas en la investigación de estafas informáticas

Los desafíos para investigar estafas informáticas son diversos y complejos. Entre ellos destacan:

  1. Limitaciones tecnológicas: Los fiscales y cuerpos de seguridad no siempre disponen de las herramientas tecnológicas necesarias para rastrear y recuperar evidencias digitales. Sin sistemas de análisis forense adecuados, como los ofrecidos por programas como EnCase o FTK, identificar y seguir el rastro de los estafadores es una tarea complicada.
  2. Capacitación insuficiente: Muchos profesionales encargados de la investigación no tienen el conocimiento especializado en cibercrimen necesario para enfrentar estos casos. La rápida evolución de las técnicas de estafa exige una formación constante, que, en muchas ocasiones, no se proporciona de manera adecuada.
  3. Anonimato y fronteras internacionales: La mayoría de los delitos informáticos se cometen desde el anonimato, utilizando VPNs y criptomonedas que dificultan el rastreo. Además, los delincuentes operan a menudo desde distintas jurisdicciones, lo que añade barreras adicionales a la cooperación internacional y el intercambio de información.

La situación legal en España: ¿qué dice el Código Penal?

El Código Penal español define la estafa como un acto fraudulento con el fin de obtener un beneficio económico injusto a costa de otra persona. Los artículos 248 a 251 establecen penas para este delito que varían según su gravedad y circunstancias. Por ejemplo:

  • Artículo 248: Se considera estafa cuando se induce a error a otra persona para que realice un acto en perjuicio propio o ajeno.
  • Artículo 249: Establece penas de seis meses a tres años de prisión para estafas que superen los 400 euros.
  • Artículo 250: Regula los agravantes, como el uso de medios de comunicación o cuando el delito afecta a una gran cantidad de personas, aumentando la pena a entre uno y seis años de prisión.
  • Artículo 248.2: Detalla que la manipulación de datos mediante herramientas tecnológicas para causar perjuicio económico también se considera estafa.

Por tanto, las estafas informáticas están claramente contempladas en el Código Penal, pero su aplicación efectiva se ve obstaculizada por la falta de recursos y capacitación especializada en el sistema judicial y las fuerzas de seguridad.

Avances tecnológicos y posibles soluciones: Para reducir la impunidad en los delitos informáticos, es necesario dotar a las instituciones de recursos tecnológicos avanzados y mejorar la capacitación de los profesionales que luchan contra estos crímenes. Algunos enfoques y tecnologías que podrían ayudar incluyen:

Herramientas de análisis forense digital: El análisis forense digital es clave en la investigación de estafas informáticas. Programas como EnCase y FTK (Forensic Toolkit) permiten a los investigadores recuperar, analizar y preservar evidencias digitales de manera rigurosa, asegurando que los datos no sean manipulados y que el proceso cumpla con estándares internacionales. A nivel internacional, el 78% de los expertos considera estas herramientas indispensables para los casos judiciales de cibercrimen.

Blockchain para la integridad de las evidencias: La tecnología blockchain ofrece una solución innovadora para garantizar que las evidencias digitales no sean alteradas. Al registrar las pruebas en una cadena de bloques, se crea un registro inmutable que facilita la validación de la integridad de los datos durante el juicio. En la ANTPJI, algunos peritos han comenzado a implementar blockchain para asegurar la trazabilidad y autenticidad de sus informes, mejorando así la credibilidad de sus peritajes.

Inteligencia artificial para detectar patrones de fraude: El uso de inteligencia artificial puede ser un gran aliado para los investigadores. Herramientas de IA pueden analizar grandes volúmenes de datos y detectar patrones que sugieren comportamientos fraudulentos, algo que sería difícil o imposible de hacer manualmente. Según una encuesta europea, el 62% de los peritos informáticos cree que la IA jugará un papel crucial en la lucha contra el cibercrimen en los próximos cinco años.

La importancia de la especialización en cibercrimen: Mientras que los delincuentes perfeccionan sus métodos, el sistema judicial y las fuerzas de seguridad deben estar al día. Unidades especializadas en cibercrimen, como las que existen en países como Estados Unidos y Reino Unido, cuentan con herramientas avanzadas y personal capacitado en delitos digitales, lo que aumenta significativamente sus tasas de resolución de casos. España podría beneficiarse de una expansión y fortalecimiento de sus unidades especializadas, equipándolas con las herramientas tecnológicas necesarias y promoviendo la capacitación continua.

Aunque la legislación sobre estafas informáticas está bien definida en el Código Penal, las limitaciones tecnológicas y de personal representan un obstáculo para la aplicación efectiva de la ley. La modernización de las herramientas de investigación, la formación de expertos en ciberseguridad y la cooperación internacional son pasos fundamentales para reducir la impunidad en estos delitos.

La implementación de tecnologías avanzadas y una mayor especialización permitirían al sistema judicial adaptarse al rápido avance de las técnicas de fraude y ofrecer una respuesta más efectiva a las estafas informáticas. Mientras no se adopten estas medidas, las estafas seguirán siendo un problema significativo, que afecta la confianza de los ciudadanos en la seguridad digital.

El 90% de las estafas informáticas quedan impunes por diversas razones, que van desde la complejidad técnica de los delitos hasta la falta de recursos especializados para investigarlos. A continuación, se detallan algunos de los factores principales que contribuyen a esta alta tasa de impunidad:

Dificultad para rastrear a los ciberdelincuentes

  • Anonimato y técnicas de ocultación: Los delincuentes utilizan herramientas como VPNs, redes Tor y proxys que dificultan el rastreo de sus actividades y el rastreo de su ubicación real.
  • Uso de criptomonedas: Las transacciones con criptomonedas son difíciles de rastrear y, aunque no son completamente anónimas, proporcionan un grado de privacidad que dificulta la identificación del perpetrador.

Jurisdicciones internacionales

  • Delincuencia transfronteriza: Muchos delitos informáticos involucran a actores de diferentes países, lo que complica la coordinación entre cuerpos policiales de distintas jurisdicciones.
  • Diferencias en las leyes: Las regulaciones y definiciones de delitos cibernéticos varían entre países, y no todos tienen acuerdos de cooperación eficaz en estos casos.

Escasez de recursos y personal especializado

  • Falta de peritos y expertos: El número de peritos en ciberseguridad y cibercrimen es limitado, y muchos cuerpos policiales carecen de personal capacitado para investigar estos delitos.
  • Presupuestos insuficientes: La ciberseguridad y la persecución de delitos informáticos requieren tecnología avanzada y recursos especializados, que muchas veces no están disponibles o son costosos.

Baja prioridad y limitaciones en la denuncia

  • Subregistro de los delitos: Muchas víctimas no denuncian estafas informáticas, ya sea por desconocimiento, vergüenza o por la creencia de que no recuperarán su dinero.
  • Falta de percepción de gravedad: En algunos casos, las autoridades no priorizan estos delitos, especialmente si el monto estafado no es elevado, debido a la alta carga de trabajo en otros tipos de delitos.

Rapidez en la evolución de las técnicas de estafa

  • Innovación constante: Los ciberdelincuentes están en constante evolución y actualizan sus tácticas rápidamente, lo que deja a los sistemas de seguridad y las fuerzas de la ley siempre un paso atrás.
  • Aprovechamiento de vulnerabilidades: Los delincuentes explotan rápidamente nuevas vulnerabilidades, lo que hace difícil para los investigadores mantenerse al día y generar contramedidas efectivas.

Uso limitado de tecnologías avanzadas en la investigación

  • Subutilización de IA y análisis de datos: A pesar del potencial de la inteligencia artificial y el Big Data en la detección de patrones y la identificación de delincuentes, estas tecnologías no siempre están implementadas en las fuerzas del orden de forma efectiva, ni cuentan con desarrolladores para tal cometido
  • Insuficiencia en la infraestructura tecnológica: Muchas veces, las herramientas y software necesarios para rastrear y detener estos delitos no están actualizados o no son accesibles para las comisarias locales.

Para reducir la impunidad de las estafas informáticas, es crucial mejorar la cooperación internacional, invertir en la capacitación y en tecnologías avanzadas, y fomentar una mayor conciencia sobre la importancia de denunciar estos delitos. Con un enfoque más robusto y recursos adecuados, es posible avanzar en la reducción de la impunidad en los delitos informáticos.

Publicidad
Publicidad

Suscríbete a nuestro newsletter


Lo más leido