Cada otoño, el evento Made by Google se ha convertido en un escaparate estratégico donde la compañía de Mountain View revela no solo sus nuevos dispositivos, sino también su hoja de ruta para los próximos doce meses. En 2025, el protagonista indiscutible será el Google Pixel 10, un teléfono que llega cargado de promesas, con una evolución marcada por la inteligencia artificial, la integración de servicios y un salto en el diseño que busca mantener a la marca como un referente en innovación.
El evento de 2025 está programado para el 20 de agosto, en la icónica ciudad de Nueva York. Será el formato clásico de presentación en vivo, disponible también vía streaming desde el canal de YouTube de la marca.
El Made by Google nació con un objetivo claro: consolidar un ecosistema propio de hardware y software que, al igual que lo hace Apple con sus Keynote, marque tendencias y posicione a Google como algo más que un gigante de la búsqueda y la nube. Desde sus primeras ediciones, el evento ha sido un espacio para presentar smartphones, relojes inteligentes, auriculares y dispositivos para el hogar, todo bajo la premisa de la conectividad, el minimalismo de diseño y la integración nativa con Android. Este año, sin embargo, la apuesta es aún más ambiciosa.
El Pixel 10 no se presenta solo como un dispositivo más en el catálogo, sino como la materialización de una visión de futuro en la que la inteligencia artificial ocupa el centro de la experiencia de usuario. Google sabe que la competencia es feroz: Apple refuerza su ecosistema con la IA generativa en el iPhone, Samsung apuesta por el hardware flexible y marcas chinas como Xiaomi y Oppo aceleran el ritmo con precios agresivos y características premium. En este contexto, el nuevo Pixel necesita destacar no solo por su potencia, sino por su propuesta diferencial.
Uno de los puntos más llamativos que se espera en este modelo es la integración profunda de Gemini, la IA de Google que promete ser un asistente omnipresente en el dispositivo. Más allá de las funciones básicas, Gemini ofrecería respuestas contextuales, creación de contenido multimedia, traducciones en tiempo real y análisis visual instantáneo a través de la cámara. Esto podría convertir al Pixel 10 en una herramienta de productividad y creatividad más que en un simple smartphone.
El evento de 2025 también marcará la madurez de Android 15, que debutará oficialmente en el Pixel 10. Esta versión del sistema operativo se centrará en la optimización energética, la privacidad avanzada y la experiencia multitarea, con la posibilidad de ejecutar aplicaciones en ventanas flotantes, algo muy demandado por usuarios profesionales. La combinación de hardware optimizado y software adaptado podría situar al Pixel en una posición dominante en ciertos nichos de mercado, especialmente en aquellos que valoran la seguridad y la personalización.
El Made by Google 2025 no se limitará al Pixel. Tradicionalmente, la compañía aprovecha para presentar actualizaciones en su gama Pixel Buds, el Pixel Watch y dispositivos para el hogar inteligente como Nest Hub. La clave de este año podría estar en la interconexión: un ecosistema que se comunique de forma fluida, que reconozca automáticamente al usuario en cualquier dispositivo y que transfiera tareas en segundo plano sin fricciones. En este sentido, el Pixel 10 actuaría como el núcleo de esa experiencia.
La relevancia de este evento no solo radica en los productos presentados, sino en la capacidad que ha tenido Google para marcar tendencias en la industria. Desde la introducción de la fotografía computacional con el Pixel 2 hasta el Live Translate del Pixel 6, muchas de las innovaciones vistas en el Made by Google se han replicado después en otros fabricantes. Sin embargo, también ha habido tropiezos: proyectos ambiciosos como los Google Glass o el Pixel Slate quedaron relegados al olvido, recordando que la innovación conlleva riesgos.
En 2025, el desafío es mayor que nunca. La inteligencia artificial ya no es un valor añadido, sino un estándar que los consumidores esperan de cualquier dispositivo. El Pixel 10 deberá demostrar que Google no solo sigue el ritmo, sino que lidera la carrera. En este sentido, se espera que Gemini supere la competencia en contextualización, personalización y capacidad de ejecución offline, un terreno en el que otros asistentes aún presentan limitaciones.
Lo interesante del Made by Google es que, más allá del Pixel, funciona como un termómetro de la visión estratégica de la compañía. La forma en que presentan sus productos, las funciones que deciden priorizar y las promesas que hacen sobre sostenibilidad, privacidad o IA, terminan marcando el rumbo de su negocio. En ediciones anteriores, Google ha sido capaz de anticipar tendencias como la fotografía nocturna, el desbloqueo por reconocimiento facial avanzado o la integración sin fisuras entre móvil y hogar inteligente. Si el Pixel 10 logra repetir este patrón, podría consolidar aún más su relevancia.
Con el paso de los años, el Made by Google ha dejado de ser un simple escaparate y se ha convertido en un momento clave del calendario tecnológico. Los consumidores, desarrolladores y analistas no solo esperan ver nuevos dispositivos, sino también pistas sobre hacia dónde se dirige la tecnología de consumo. En 2025, con la IA como protagonista indiscutible y el Pixel 10 como abanderado, Google tiene la oportunidad de reafirmar su liderazgo y de demostrar que sigue teniendo la capacidad de definir el estándar de la industria.