El dinero recaudado por las multas impuestas por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) no va directamente a la agencia. Las sanciones económicas que impone la AEPD se ingresan en las arcas del Tesoro Público, es decir, al Estado español.
El proceso funciona de la siguiente manera:
- Imposición de la sanción: La AEPD investiga un caso y, si detecta una infracción del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) o la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD), impone una multa.
- Recaudación de la multa: Una vez impuesta la sanción, el infractor tiene que realizar el pago de la multa, y el importe se ingresa en el Tesoro Público.
- Uso del dinero: El dinero recaudado por estas sanciones pasa a formar parte del presupuesto general del Estado, que se utiliza para financiar diversas áreas de la administración pública, como servicios sociales, infraestructuras, educación, sanidad, etc.
En resumen, la AEPD no se queda con el dinero de las multas que impone. Su función es reguladora y sancionadora, pero la recaudación de las multas se destina al Estado español.
