Donald Trump, expresidente y ahora presidente electo de Estados Unidos, ha solicitado al Tribunal Supremo una pausa en la ley que obliga a ByteDance, la empresa propietaria de TikTok, a vender la popular app de vídeos cortos o enfrentarse a su prohibición en el país.
El reloj corre, y si ByteDance no encuentra un comprador, el veto entrará en vigor en solo unas semanas, el 19 de enero. Por su parte, ByteDance está desafiando la constitucionalidad de esta ley, conocida como Protecting Americans from Foreign Adversary Controlled Applications Act. El Supremo tiene previsto escuchar argumentos sobre el caso el 10 de enero.
En una nueva solicitud, los abogados de Trump calificaron la fecha límite como una «coincidencia desafortunada», ya que llega justo un día antes de su toma de posesión, lo que, según ellos, interfiere en su capacidad para «gestionar la política exterior de Estados Unidos».
Aunque el documento no detalla cómo Trump planea abordar el problema, asegura que es la persona más capacitada para negociar una solución que permita salvar la plataforma y, al mismo tiempo, atender las preocupaciones de seguridad nacional expresadas por el Gobierno. De hecho, Trump acumula 14.7 millones de seguidores en TikTok, lo que, según sus abogados, le permite valorar «la importancia de TikTok como un medio único para la libertad de expresión, incluyendo el discurso político».
¿Seguridad nacional o estrategia política?
Quienes apoyan la ley argumentan que TikTok supone una amenaza para la seguridad nacional, señalando que el Gobierno chino podría utilizarla para recolectar datos de usuarios estadounidenses o influir en la opinión pública mediante propaganda. Sin embargo, Trump, que intentó prohibir TikTok durante su primer mandato, ha mostrado más simpatía hacia la plataforma últimamente. En su campaña presidencial, incluso publicó en Truth Social: «¡PARA TODOS LOS QUE QUIERAN SALVAR TIK TOK EN AMÉRICA, VOTEN TRUMP!».
Por otro lado, organizaciones como la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) y la Electronic Frontier Foundation han presentado argumentos a favor de la apelación de TikTok. Según estas organizaciones, “el Gobierno no ha presentado pruebas creíbles de que TikTok esté causando daños actuales o inminentes”.