El desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) ha impulsado la denominada 4ª Revolución Industrial, en la que avances como la inteligencia artificial (IA), blockchain, Internet de las Cosas (IoT) y Big Data configuran un nuevo marco socioeconómico y legal. La hiperconectividad de la sociedad actual genera nuevas realidades, planteando retos en materia de responsabilidad civil y regulación.
La proliferación de la inteligencia artificial (IA), el Internet de las Cosas (IoT), los drones y los vehículos autónomos plantea retos jurídicos en materia de responsabilidad civil. El derecho debe adaptarse a estas nuevas realidades para garantizar la protección de los afectados y la seguridad jurídica.
Marco legal aplicable
A este respecto debe señalarse que cualquier “máquina”, hardware o software al que pueda atribuirse esta denominación, a día de hoy, está sujeta a la responsabilidad de su fabricante y, en consecuencia, cualquier daño sufrido por o con ocasión de un robot se dirimirá por las reglas generales del Código Civil para estos casos artículos 1.101, 1902 y 1903 y ss, en su caso, así como las de los artículos 128 a 149 de la Ley general para la defensa de los consumidores y usuarios RD 1/2007.
Al hilo de lo expuesto, la responsabilidad por daños derivados de las nuevas tecnologías se encuentra regulada por diversas normativas nacionales e internacionales, incluyendo:
- Código Civil (artículos 1902 y 1903): Responsabilidad extracontractual por culpa o negligencia.
- Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios (RD 1/2007): Responsabilidad del fabricante por productos defectuosos.
- Reglamento General de Protección de Datos (GDPR): Responsabilidad en casos de vulneración de datos personales.
- Regulaciones específicas como el Real Decreto 1036/2017 para drones o normativas sobre vehículos autónomos.
Tipos de responsabilidad según la tecnología implicada
Responsabilidad en Inteligencia Artificial y Algoritmos
La IA puede generar decisiones automáticas que afecten derechos fundamentales, como:
- Negación de créditos o seguros sin intervención humana.
- Discriminación algorítmica en procesos de selección de personal.
- Errores en diagnósticos médicos asistidos por IA.
En estos casos, la responsabilidad puede recaer en el desarrollador del software, la empresa que lo utiliza o el programador si se demuestra negligencia o defectos en el diseño.
Responsabilidad por Vehículos Autónomos
Los accidentes con coches autónomos han generado debate sobre quién debe asumir la responsabilidad, siendo estos;
- Fabricante: Si el siniestro ocurre por un fallo del sistema (software/hardware).
- Conductor/propietario: Si se requiere supervisión humana y no actuó diligentemente.
- Terceros: Como responsables de la infraestructura vial si hubo fallos en la señalización.
Actualmente, la normativa obliga a que el conductor mantenga las manos en el volante, limitando la autonomía completa del vehículo.
Responsabilidad en el Uso de Drones
El uso de drones está regulado en España por el Real Decreto 1036/2017, estableciendo:
- Responsabilidad del piloto y propietario (artículos 1902 y 1903 del Código Civil).
- Seguro obligatorio de responsabilidad civil para ciertos usos.
- Responsabilidad del fabricante en caso de defectos de producción.
Responsabilidad en Protección de Datos y Ciberseguridad
El Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) establece que:
- Las empresas deben garantizar la confidencialidad, integridad y disponibilidad de los datos.
- Se reconocen daños indemnizables por pérdida de datos, discriminación, usurpación de identidad o daño reputacional.
- Se sanciona con multas de hasta el 4% de la facturación anual global en caso de incumplimiento.
El rápido avance tecnológico exige una regulación dinámica y adaptativa que garantice la seguridad jurídica y la protección de los derechos de los ciudadanos. La convergencia de normativas nacionales e internacionales es esencial para establecer marcos legales efectivos que permitan abordar los desafíos de la era digital y proporcionar cobertura ante los riesgos emergentes.
La responsabilidad civil en este ámbito sigue en constante adaptación, y es crucial que empresas, legisladores y ciudadanos comprendan sus derechos y obligaciones para evitar perjuicios derivados del mal uso o fallos en estas tecnologías.