En un mundo donde las fronteras entre la ciencia ficción y la ingeniería real se desdibujan cada día, la robótica humanoide vuelve a dar un salto evolutivo. Desde Shenzhen, en el corazón del ecosistema tecnológico chino, la empresa EngineAI Robotics ha presentado oficialmente el PM01, su más ambicioso modelo de robot humanoide hasta la fecha.
Y no es una figura estática, ni una promesa para un futuro lejano. El PM01 camina, gira, razona, ejecuta órdenes en tiempo real y aprende con cada movimiento. Con 24 grados de libertad, un andar casi orgánico y una interfaz inspirada en Iron Man, no solo representa una máquina funcional: es una declaración de intenciones.
Del SE01 al PM01: la evolución de una nueva especie tecnológica
EngineAI ya había lanzado el SE01 en octubre de 2024, un humanoide que sorprendió por su equilibrio entre agilidad, diseño y capacidad de red neuronal entrenada para replicar patrones motores humanos. Ese modelo sirvió como prototipo, base y test de campo para lo que ahora se consolida con el PM01.
El nuevo humanoide mide 1,38 metros, pesa 40 kilos y se mueve a 2 m/s. Pero sus cifras son solo el principio: el verdadero salto está en la arquitectura de procesamiento, basada en NVIDIA Jetson Orin y X86, que le permite correr algoritmos de inteligencia artificial complejos, generar respuestas contextuales y aprender de forma incremental a través del movimiento.
No es un robot. Es una plataforma de inteligencia física
EngineAI ha bautizado su enfoque como “inteligencia incorporada” (embodied intelligence). La idea es simple pero disruptiva: no basta con tener redes neuronales generativas, ni grandes modelos lingüísticos. Para que una inteligencia artificial comprenda el mundo, debe vivir en él. Sentir la física. Tropezar. Corregirse. Y volver a intentarlo.
El PM01 no está diseñado para almacenar datos. Está diseñado para crear experiencias cognitivas a través del cuerpo. Y eso lo cambia todo.
Desde un punto de vista de ingeniería cognitiva, esta visión representa una revolución. Mientras Occidente se centra en agentes virtuales, China invierte en que la IA se levante de la silla y camine.
Una interfaz al estilo Iron Man: cuando la ciencia ficción dicta diseño
La interfaz de usuario del PM01 ha sido claramente inspirada por los sistemas de Tony Stark: pantallas flotantes, comandos táctiles, visualización de funciones en tiempo real y respuesta háptica contextualizada. No es solo estética: es funcionalidad orientada a quienes usarán estos robots en aulas, centros de investigación o entornos comerciales.
Este humanoide puede ser controlado manualmente, programado en código abierto o ejecutado en modo autónomo. Además, cuenta con un sistema de captura de movimiento óptico que le permite imitar con precisión los movimientos humanos, abriendo puertas a la rehabilitación, la danza, la industria cinematográfica o el entrenamiento físico robotizado.
Aplicaciones reales: del aula al comercio inteligente
El PM01 no es un robot de exposición. EngineAI lo ofrece ya en dos versiones comerciales: una orientada a la educación y la formación en IA aplicada, y otra para usos comerciales avanzados, como asistentes en retail, robótica social, vigilancia autónoma o guías en entornos complejos.
Con un precio aproximado de 9.000 euros, su democratización es posible. Por ese coste, instituciones académicas, centros de innovación o startups podrán desarrollar software, entrenar redes neuronales o simular interacciones humanas en un cuerpo mecánico perfectamente adaptable.
China y la hoja de ruta de los humanoides para 2025
El Ministerio de Industria y Tecnología de la Información de China ha definido un objetivo claro: humanoides producidos en masa para el año 2025. Y EngineAI no está sola. Iniciativas como las de UBTECH, Fourier Intelligence o los Modelos de Utilidad de Robots de la NYU ya están desarrollando plataformas similares.
Pero la diferencia está en el enfoque: mientras otros se concentran en movilidad o apariencia, EngineAI ha invertido en articulaciones, motores, algoritmos y módulos propietarios que garantizan rendimiento dinámico y estabilidad técnica a largo plazo.
En solo cinco meses, ya han entregado casi 100 unidades. Y esto es solo el comienzo.
EngineAI ha sido clara: el PM01 es parte de su hoja de ruta hacia la AGI (Inteligencia Artificial General). No se trata solo de programar habilidades. Se trata de integrar percepción, aprendizaje, movimiento y decisión en una entidad coherente, conectada y capaz de adaptarse.
¿Está el PM01 cerca de ser una AGI? Aún no. Pero sus módulos neuronales, su adaptabilidad física y su código abierto lo colocan en la categoría de los precursores.
Tecfuturo opina: no es ciencia ficción. Es ciencia encarnada
Desde Tecfuturo, seguimos con atención la evolución de los humanoides, pero el lanzamiento del PM01 merece una lectura especial: no se trata de un gadget. Es un nuevo interlocutor. Un cuerpo que piensa, que responde y que no será anecdótico en nuestra vida diaria.
Su uso en aulas, laboratorios, empresas o simposios no solo entrena la tecnología: nos entrena a nosotros para la convivencia humano-máquina.
Ya no basta con estudiar inteligencia artificial. Hay que interactuar con ella. Y PM01 es el primer paso real, tangible y funcional hacia esa integración.
Ficha técnica del PM01
- Altura: 1,38 m
- Peso: 40 kg
- Velocidad: 2 m/s
- Grados de libertad: 24
- Procesador: Arquitectura X86 + NVIDIA Jetson Orin
- Interfaz de usuario: Inspirada en Iron Man
- Versiones: Educativa y Comercial
- Precio estimado: 9.000 €
- Compatibilidad: Código abierto, desarrollo multiplataforma
Conclusión: no será el último, pero sí es el primero en tomarse en serio
EngineAI ha lanzado un mensaje al mundo: la era de los humanoides ha comenzado. Y si el presente es el PM01, el futuro será algo que aún no podemos comprender del todo, pero que se está ensamblando en laboratorios como los de Shenzhen.
Lo que sí sabemos es esto: ya hay máquinas que caminan, procesan comandos humanos y aprenden mientras te observan. Y ya no están en prototipos cerrados. Están disponibles. En venta. Y listos para entrar en escena.
¿Estás preparado para convivir con una inteligencia que se mueve entre nosotros?