Imagina una aerolínea tambaleante, con pérdidas acumuladas que superan la mitad de su capital, un préstamo «mágico» pignorado en paraísos fiscales y un salvavidas estatal de 53 millones de euros que la mantiene a flote. Ahora imagina que tres peritos judiciales, en un careo grabado a fuego en vídeo, desmontan esa ilusión contable con una frase demoledora: «La finalidad principal, si no la única, era eludir la causa de disolución». No es guion de thriller financiero: es el corazón del caso Plus Ultra, donde la pericia técnica desnuda lo que informes oficiales maquillaron.
El 29 de marzo de 2022, en el Juzgado de Instrucción 15 de Madrid, se repitió un careo pericial fallido por error de grabación. Dos horas de tensión dialéctica, con la magistrada interviniendo: «Esto es un careo, no un mercadeo». Peritos independientes del despacho Martín Molina Abogados y Economistas contra los de Deloitte (contratados por SEPI) y DC Advisory (de la aerolínea). El veredicto pericial: Plus Ultra, a 31 de diciembre de 2019, estaba en crisis irreversible, sin derecho al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas. Ese préstamo participativo de 6,3 millones —4 millones atrapados en Dominica, Lisboa o Panamá, según la documentación contradictoria— fue el parche contable perfecto para acceder a dinero público.
Esta batalla pericial no es solo números. Es el pulso de la justicia digital: cuando datos, balances y metadatos bancarios se convierten en pruebas irrefutables, y la verdad emerge de gigabytes de irregularidades. Para emprendedores, juristas, innovadores y contribuyentes, este caso es lección viva: la innovación financiera sin rigor pericial es terreno minado.
El núcleo del fraude contable: un préstamo fantasma en paraísos fiscales
Todo gira en torno al préstamo participativo de 6,3 millones que Plus Ultra contabilizó para inflar su patrimonio neto. Los peritos independientes lo diseccionan sin piedad:
- 4 millones «indisponibles»: Pignorados en cuentas offshore. Una adenda dice Dominica (paraíso fiscal de 66.000 habitantes). La cuenta bancaria apunta a una Caja de Lisboa. Las cuentas anuales, Panamá. «¿Alguien verificó si está depositado?», preguntan los peritos. Silencio.
- Función desnaturalizada: Un préstamo participativo debe inyectar liquidez. Si 4/6 millones están congelados, ¿qué queda? «Difícilmente podemos considerarlo participativo por esa cuantía», concluyen. Es como prestar 10 euros exigiendo depositar 6 en un banco remoto: patrimonio inflado, realidad quebrada.
El auditor propio de Plus Ultra lo admite: «A 31 de enero de 2020, fondo de maniobra negativo… causa de disolución». Solo el préstamo salva las cuentas. Los peritos independientes lanzan la pregunta letal: «¿Aceptarían que cualquier empresa salve su disolución así? No podemos». Un fraude generalizable que vaciaría la Ley de Sociedades de Capital.
El careo pericial: dos horas de verdad sin filtros
La repetición del careo, grabada en vídeo, es oro judicial. Peritos judiciales vs. Deloitte/SEPI:
Defensa de SEPI/Deloitte:
- «El préstamo se constituyó en 2017, anterior a la pandemia. Los 4 millones son ‘garantía’, no préstamo».
- «Independencia absoluta, sin presiones».
Ataque pericial independiente:
- «¿Garantía con valor tres veces inferior? Nadie lo acepta salvo para devolverlo con dinero público».
- Venta de aeronave por 9 millones (beneficio ficticio de 6,3): «Dación en pago o arrendamiento financiero disfrazado».
- Provision es litigios: Omitidas en 2019 (balance bonito), incluidas en 2021.
- Avales AESA/Tributaria: «Autoliquidación. No corroboran nada».
La magistrada corta: «No mercadeo». El choque evidencia: el rescate se aprobó sobre arena movediza contable.
Fiscalía pidió sobreseimiento («diferentes criterios contables»). Caso archivado por no prorrogar instrucción. Pero detenciones recientes —Julio Martínez Sola, Roberto Roselli, Martínez Martínez— por blanqueo de oro venezolano y programas alimentarios reabren heridas.
Plus Ultra: de aerolínea familiar a enredo internacional
Nacida en 2010, Plus Ultra creció con rutas España-Venezuela-Latinoamérica. 2020: pandemia la golpea. SEPI inyecta 53 millones del fondo covid (empresas «estratégicas solventes»). Requisito: no en crisis pre-pandemia (31/12/2019).
Peritos independientes: pérdidas 13M, fondo maniobra negativo, disolución inminente. Préstamo «maquillaje». Auditor propio lo confirma. SEPI/Deloitte: solvente. ¿Quién miente?
Contexto oscuro: lazos Venezuela, oro chavista blanqueado, hijas Zapatero en nómina (según investigaciones). Dinero público para empresa con mochila geopolítica.
Peritos: guardianes invisibles de la verdad financiera
Peritos no son burócratas. Son detectives contables: diseccionan balances, rastrean flujos offshore, validan metadatos bancarios. En Plus Ultra:
| Elemento controvertido | Peritos independientes | Deloitte/SEPI |
| Préstamo participativo | Ficticio, 4M indisponibles offshore | Legítimo, garantía normal |
| Venta aeronave 9M | Beneficio artificial, arrendamiento disfrazado | Dación pago legítima |
| Provisiones litigios | Omitidas 2019 para inflar balance | Irrelevantes |
| Estado 31/12/2019 | Causa disolución | Solvencia ok |
Rigor pericial salva fondos públicos. Sin ellos, rescates opacos. Innovadores: contratad peritos preventivos. Evitad auditorías post-mortem.
53 millones no son abstractos. Son impuestos de familias, pensiones congeladas, startups sin ayudas. Plus Ultra sobrevive; contribuyentes pagan. Peritos independientes dan voz a esa injusticia silenciosa.
Para emprendedores: contabilidad transparente salva reputaciones. Innovación sin integridad es espejismo.
Lecciones para la era post-rescate
- Auditorías independientes: No confíes solo en firmas contratadas.
- Préstamos participativos reales: Liquidez verificable, no offshore.
- Fondos públicos: Peritaje previo obligatorio.
- Digitalización judicial: Vídeos careos, metadatos irrefutables.
Fiscalía archivó. Detenciones reabren. Justicia pericial prevalece.
En TecFuturo: peritos no son secundarios. Son la brújula ética de finanzas modernas. Plus Ultra enseña: maquillar balances sale caro.
