En un giro inesperado durante la operación Rabosot en Albacete, la Guardia Civil ha desarticulado varias granjas de criptomonedas en lugar de descubrir estupefacientes como se sospechaba inicialmente. Las autoridades arrestaron a tres individuos y están investigando a un cuarto, tras detectar un consumo eléctrico desmesurado que superaba los 160,000 euros, en varias naves industriales. Este operativo comenzó con la sospecha de actividades ilegales debido a los elevados consumos energéticos, habitualmente asociados con plantaciones de marihuana.
Sin embargo, las investigaciones revelaron que el uso excesivo de electricidad se debía a operaciones de criptominería. La Guardia Civil intervino en cuatro naves industriales donde se encontró un complejo sistema de criptominería. Estas instalaciones no solo tenían acometidas eléctricas ilegales sino también sofisticados sistemas de seguridad diseñados para desconectar automáticamente la infraestructura eléctrica durante las inspecciones.
Los agentes hallaron más de 60 máquinas de minería de alta gama y equipos adicionales de refrigeración, indicativos de una operación tecnológicamente avanzada. Durante la operación se evidenció también un riesgo real de incendio y electrocución debido a la manipulación de las conexiones eléctricas. Además, los detenidos habían instalado cámaras de videovigilancia y sensores de movimiento para evitar la detección.
Aunque la minería de criptomonedas no es ilegal, el enorme gasto energético y las necesidades de refrigeración implican que tales operaciones pueden estar asociadas con delitos de defraudación de fluido eléctrico, lo que subraya la importancia de regular estas prácticas para evitar infracciones legales.
