En un esfuerzo por aumentar la transparencia y la efectividad en la actuación policial, los Mossos d’Esquadra han adquirido 800 nuevas cámaras unipersonales, conocidas oficialmente como Dispositivos Personales de Grabación (DPG). Esta incorporación responde a un contrato del Departamento de Interior valorado en 1.097.470 euros. Las nuevas cámaras, que se estrenarán este verano, tienen como objetivo principal registrar actuaciones que impliquen el uso de lanzadoras de proyectiles de ‘foam’ y pistolas Taser, siguiendo las recomendaciones de la Comissió d’Estudi sobre el Model Policial del Parlament de Catalunya.
Estas cámaras cuentan con tecnología y funcionalidades avanzadas que permite mayora transparencia en la actuación policía, ya que grabaran automáticamente hasta dos minutos previos al momento en que el agente activa el dispositivo, proporcionando un contexto más amplio de las intervenciones policiales. Esta característica es crucial para entender el desarrollo completo de las situaciones antes de que se requiera el uso de fuerza.
Además, las cámaras permiten la retransmisión de imágenes en directo y están equipadas con GPS para la geolocalización de las operaciones, mejorando así la capacidad de supervisión y toma de decisiones en tiempo real desde los centros de mando.
La implementación de estas cámaras no solo busca aumentar la transparencia, sino también reforzar las sanciones por la Ley Mordaza. Los dispositivos se utilizarán en situaciones de riesgo grave para los implicados, como persecuciones o peleas, y ayudarán a documentar actuaciones policiales. Además de registrar hechos delictivos, las cámaras se usarán para detectar infracciones administrativas graves o muy graves, lo que fortalecerá el cumplimiento de la normativa.
Esta adquisición masiva responde a la necesidad de ampliar y modernizar el equipo existente. Hasta el 2022, los Mossos habían adquirido 184 cámaras DPG, pero algunos modelos ya han quedado obsoletos y sin servicio técnico. Las nuevas cámaras no solo reemplazarán a las antiguas, sino que también expandirán significativamente la capacidad de grabación del cuerpo, permitiendo que hasta 6.000 usuarios puedan utilizar estos dispositivos.
El director general de la Policía, Pere Ferrer, ha subrayado que esta incorporación es un paso importante para mejorar las garantías y la seguridad tanto para los agentes como para el público. Las nuevas cámaras facilitarán una mejor supervisión y transparencia en las intervenciones policiales, alineándose con el compromiso del Departamento de Interior de adoptar tecnologías innovadoras para mejorar la eficacia y responsabilidad en el ejercicio de sus funciones.
La incorporación de estas 800 cámaras unipersonales representa un avance significativo en la modernización de los Mossos d’Esquadra, proporcionando herramientas esenciales para una mayor transparencia y efectividad en la actuación policial. Con estas mejoras, el cuerpo de policía de Catalunya se posiciona a la vanguardia en el uso de tecnología para la seguridad pública, reforzando el cumplimiento de la Ley Mordaza y garantizando un control más riguroso de las intervenciones policiales.
