En un movimiento sin precedentes, el Parlamento Europeo ha marcado un hito histórico al aprobar la primera ley de inteligencia artificial (IA) del mundo, consolidando a la Unión Europea (UE) como líder indiscutible en el ámbito de la regulación tecnológica. Con una aplastante mayoría de 523 votos a favor frente a tan solo 46 en contra, esta legislación pionera no solo refleja el consenso y la urgencia en la materia, sino que también anticipa una nueva era de innovación responsable.
«Este es un día monumental para la regulación tecnológica global. La UE ha demostrado una vez más su capacidad para liderar con valores, estableciendo las primeras reglas integrales y vinculantes del mundo para una IA confiable», expresó Thierry Breton, Comisario de Mercado Interior, celebrando este logro tras la votación en la Eurocámara.
La legislación prohíbe explícitamente el uso de aplicaciones de IA que comprometan los derechos fundamentales, como los sistemas de categorización biométrica en base a características sensibles y la extracción masiva de imágenes faciales para bases de datos de reconocimiento facial sin distinción. Asimismo, se veta el reconocimiento de emociones en contextos laborales y educativos, el «scoring» social, la actuación policial predictiva basada en perfiles personales y cualquier IA que manipule comportamientos humanos o explote vulnerabilidades.
Un aspecto particularmente delicado de la ley es la regulación de la identificación biométrica en tiempo real (RBI) por las fuerzas de seguridad, permitida únicamente bajo condiciones muy específicas y estrictas, como la búsqueda de personas desaparecidas o la prevención de atentados terroristas, siempre sujeta a autorización judicial o administrativa previa.
A la espera de una última revisión jurista-lingüística, se anticipa que la ley será adoptada definitivamente antes del término de la legislatura actual, y aunque aún requiere la formal aprobación del Consejo, se espera que este paso sea una formalidad dada la previa negociación en trílogo.
Además de establecer prohibiciones, la ley impone obligaciones claras a los sistemas de IA considerados de alto riesgo, exigiendo evaluaciones y mitigaciones de riesgos, mantenimiento de registros de uso, transparencia, precisión y supervisión humana. Esto garantizará que los ciudadanos puedan presentar quejas y recibir explicaciones sobre decisiones que les afecten, basadas en sistemas de IA de alto riesgo.
«Con esta legislación, la UE se posiciona firmemente al frente de la regulación tecnológica, ofreciendo un modelo de gobernanza que equilibra innovación y derechos fundamentales. Otras regiones pueden seguirnos, pero deberán operar bajo nuestros principios y valores si desean acceder a nuestro mercado», afirmó el eurodiputado Ibán García del Blanco.
Los sistemas de IA de propósito general y los modelos en los que se basan también deberán cumplir con requisitos de transparencia, incluyendo la conformidad con la legislación de la UE sobre derechos de autor y la publicación de resúmenes detallados de los contenidos utilizados en su entrenamiento. Los modelos más potentes, capaces de presentar riesgos sistémicos, enfrentarán requisitos aún más rigurosos.
Este hito legislativo no solo pone a la UE a la vanguardia de la regulación tecnológica, sino que también sienta un precedente global, asegurando que el desarrollo y la implementación de la IA se realicen de manera ética y responsable, con un firme compromiso con los derechos y libertades fundamentales.
