El jueves 22 de mayo de 2025, el Hotel Eurostars Madrid Tower fue testigo de un acontecimiento que marca un antes y un después en la defensa digital: el Foro Tendencias 2025 «Ciberseguridad, resiliencia & IA» . En un mundo donde la frontera entre lo físico y lo virtual se diluye, y los ciberataques evolucionan a la velocidad de los algoritmos, la resiliencia ya no es solo un concepto, sino una necesidad existencial para cualquier organización moderna.
Ciberataques en la era de la inteligencia artificial: el enemigo invisible
Las cifras no dejan lugar a dudas: los ciberataques crecen en cantidad, velocidad y sofisticación, aprovechando los avances en inteligencia artificial para mutar, camuflarse y atacar por vectores cada vez más imprevisibles . Ya no basta con proteger el perímetro TI; la superficie de ataque se ha expandido a cada dispositivo, cada nube, cada identidad digital. La IA, que antes era solo una herramienta defensiva, es ahora también la aliada de los atacantes, capaz de lanzar campañas automatizadas, identificar vulnerabilidades en segundos y adaptarse en tiempo real a la respuesta de los defensores.
Durante la jornada, expertos de empresas líderes como Symantec, Kyndryl, Barracuda Networks, Palo Alto Networks, Sophos, Fortinet e Interbel desgranaron las claves para sobrevivir en este nuevo tablero digital . La receta: un plan de ciberresiliencia apoyado en inteligencia artificial, capaz de cubrir no solo los riesgos previsibles, sino también los escenarios menos probables. La continuidad del negocio depende ahora de la capacidad para anticipar amenazas, resistir ataques y recuperarse con agilidad, incluso cuando lo inimaginable ocurre .
La transformación digital ha multiplicado la complejidad: infraestructuras híbridas, entornos multicloud, puestos de trabajo distribuidos y comunicaciones instantáneas. Todo ello amplía la superficie de ataque y exige una visión holística de la seguridad. Pero no solo la tecnología avanza; el marco regulatorio también se endurece. Normativas como NIS2 y DORA obligan a las organizaciones a replantear sus estrategias, integrar la gestión de riesgos y demostrar, ante auditorías y tribunales, que su ciberresiliencia es real, medible y conforme a las mejores prácticas internacionales .
El gran salto evolutivo es la integración de la inteligencia artificial en todos los niveles de la defensa digital. Los sistemas de Threat Exposure Management y XDR (ExtendedDetection & Response) ya no solo detectan incidentes, sino que predicen patrones, priorizan las amenazas y automatizan la respuesta, minimizando el margen de error humano . La IA aprende de cada ataque, se adapta a cada entorno y, en los escenarios más avanzados, es capaz de simular posibles crisis para que las organizaciones estén preparadas ante lo desconocido.
Sin embargo, la tecnología no es infalible. Los expertos del foro coincidieron en que el error humano sigue siendo el eslabón más débil de la cadena de seguridad. Por ello, la formación, la concienciación y la cultura de ciberseguridad son tan importantes como los firewalls o los algoritmos de IA. La resiliencia digital es, en última instancia, una cuestión de personas: equipos capaces de reaccionar, aprender y adaptarse en tiempo real .
La Asociación @aslan, organizadora del ciclo de Foros Tendencias 2025, representa un ecosistema de más de 190 empresas y 100.000 profesionales dedicados a la innovación digital y la ciberseguridad . La colaboración entre fabricantes, integradores, operadores y administraciones públicas es clave para anticipar tendencias, compartir inteligencia y construir defensas colectivas frente a amenazas globales.
Ciencia ficción hecha realidad: ¿hacia la seguridad autónoma?
Lo que hasta hace parecido poco ciencia ficción es ya una realidad palpable: sistemas de defensa autónomos, capaces de aprender y actuar sin intervención humana, redes neuronales que identifican amenazas desconocidas y plataformas de gestión que orquestan la seguridad de organizaciones enteras desde una única consola. El futuro apunta a una seguridad “autónoma”, donde la IA no solo responde, sino que prevé, negocia y, en última instancia, decide la mejor estrategia para proteger el negocio.
¿Estamos preparados para delegar la defensa de nuestras organizaciones en inteligencias artificiales capaces de anticipar, aprender y actuar más rápido que cualquier humano? ¿Dónde queda el papel del experto, el juicio ético y la responsabilidad en un mundo donde la resiliencia digital es cuestión de algoritmos y no de intuición?