En una operación sin precedentes, la Guardia Civil ha asestado un duro golpe al narcotráfico andaluz, desmantelando una vasta red de ‘teledroga’ que se extendía hasta Algeciras. La operación, bautizada por las autoridades como un verdadero terremoto contra la droga, ha resultado en la detención de 23 personas, mientras que otras seis están siendo investigadas por su implicación en este entramado criminal dedicado a la distribución de estupefacientes mediante una sofisticada red de telefonía.
Desde las entrañas de Sevilla, específicamente desde la comarca de la Sierra Norte y Dos Hermanas, esta organización delictiva tejía su red de influencia, vendiendo principalmente cocaína a diversas provincias andaluzas como Cádiz, Sevilla, Córdoba y Huelva. Los narcotraficantes empleaban un elaborado sistema de distribuidores locales, inflando los precios de las sustancias con costos adicionales de transporte, un modelo de negocio que les permitía maximizar sus ganancias ilícitas.
La firma de la casa era el ‘rebujito’, una peligrosa mezcla de heroína y cocaína, distribuida a través de esta red que no dudaba en recurrir a la violencia y la intimidación para proteger sus operaciones. Junto a este cóctel mortal, también circulaba el tucibi, o cocaína rosa, una droga de diseño altamente cotizada en el mercado negro.
La logística detrás de esta operación era digna de una empresa criminal de primer nivel: los clientes realizaban sus pedidos por teléfono y la droga era entregada en puntos de encuentro previamente acordados, con vigilantes estratégicamente ubicados para alertar de la presencia policial y ocultar rápidamente las sustancias ante cualquier eventualidad.
La intervención policial ha sido espectacular, con doce registros domiciliarios en varias localidades sevillanas que han dejado al descubierto el alcance y la magnitud de esta red criminal. Los hallazgos son elocuentes: más de 90.000 euros en efectivo, evidencia tangible de las lucrativas operaciones de la banda, más de cuatro kilos de heroína, cocaína en diversas presentaciones y un arsenal que incluía una escopeta robada, munición de varios calibres, un chaleco antibalas y hasta una defensa extensible policial.
Este operativo no solo ha desarticulado una de las redes de narcotráfico más activas de Andalucía, sino que también ha enviado un mensaje contundente a las organizaciones criminales: las fuerzas de seguridad están dispuestas a todo para erradicar el flagelo de las drogas. Los detenidos, ahora a disposición judicial, enfrentan cargos que podrían llevarlos tras las rejas durante muchos años, un destino merecido por quienes han sembrado el caos y la desesperación en las calles de Andalucía.
