¿Fraude o simple imprudencia? El caso que reabre el debate sobre la regulación del mercado cripto
Cuanta razón tengo cuando comento con mis compañeros letrados que contar con un Perito Informático, es vital para ganar una demanda y evitar una condena.
En este caso, el informe pericial aportado por la defensa, del que ha sido autor David Soto, delgado de ANTPJI para Andalucía es uno de los peritos expertos en el ‘mundo cripto’ a nivel nacional, sostuvo que el dinero transferido por el acusado a las citadas billeteras virtuales para operar con ellas en el portal Binance–es la principal plataforma para operar con Bitcoin, Altcoins y otros activos virtuales–lo invirtió Alberto, tras la caída de la rentabilidad de las criptomonedas, a través de «la operación de mayor riesgo del mercado», en referencia a una «cuenta de futuros, de alta volatilidad, con la que se perdieron todos los fondos». Gracias a su informe pericial y la defensa del mismo en sede judicial, consiguió que el fallo judicial fuera de Absolución al acusado del delito continuado de apropiación indebida, del delito continuado de estafa, y del delito de intrusismo profesional, de los que venía siendo acusado, con todos los pronunciamientos favorables.
El auge de las criptomonedas ha traído consigo historias de éxito, pero también de pérdidas millonarias y presuntos fraudes. El caso de Alberto, un mecánico industrial que en 2021 se presentó como experto en inversiones y terminó perdiendo 31.000 euros de sus clientes en operaciones fallidas, ha puesto nuevamente sobre la mesa la falta de regulación en el ecosistema cripto y la facilidad con la que cualquiera puede gestionar inversiones sin acreditaciones.
La Audiencia ha absuelto al joven, entendiendo que no se apropió del dinero, sino que lo perdió debido a la volatilidad del mercado.
Un «experto» sin formación que promete ganancias seguras
Alberto, con tan solo 22 años y sin formación financiera, logró convencer a tres personas con las que compartía un grupo de WhatsApp sobre inversiones para que le confiaran su dinero con la promesa de generar rentabilidades del 10% al 15% mensual sin riesgo.
- Se publicitaba como un gestor experimentado en criptomonedas, pese a que solo tenía estudios en mecánica industrial.
- Obtuvo 31.000 euros de tres clientes, con montos que oscilaron entre 5.000 y 12.000 euros por persona.
- No firmaron contratos, confiando únicamente en su reputación dentro del grupo de WhatsApp.
Los afectados denunciaron que nunca recibieron ni un solo euro de rentabilidad y que cuando pidieron la devolución de su inversión, el gestor alegó que lo había perdido todo en operaciones de alto riesgo.
La sentencia de la Audiencia ha sido clara: Alberto no se apropió del dinero, sino que lo invirtió en criptomonedas y, tras una mala racha en el mercado, intentó recuperar las pérdidas arriesgando aún más en una operación de Futuros que se liquidó completamente por la caída del precio de Bitcoin hasta los 28.000$, perdiéndose todo el capital de la orden de futuros.
El tribunal argumentó que:
- Los clientes tenían experiencia previa en criptomonedas, por lo que eran conscientes de los riesgos de este mercado.
- No hubo engaño deliberado, ya que la inversión fue real, aunque fallida.
- Alberto nunca retiró el dinero para uso personal, sino que lo destinó a operaciones que resultaron en pérdidas.
El fallo contrasta con la postura de la acusación, que solicitaba entre dos y seis años de prisión por apropiación indebida y estafa, además de la restitución del dinero.
Este caso abre nuevamente el debate sobre la necesidad de regulación en el sector de las criptomonedas. Actualmente, cualquier persona puede autoproclamarse experto y gestionar inversiones sin control alguno, lo que ha permitido la proliferación de falsos gurús financieros y esquemas de inversión dudosos.
La falta de legislación específica deja a los inversores en una posición vulnerable, donde deben confiar en la reputación y promesas de terceros sin garantías legales.
- No existe un registro oficial de gestores de criptomonedas, lo que permite que cualquiera se ofrezca como experto sin supervisión.
- No hay mecanismos de recuperación de fondos en caso de mala gestión o fraudes en este mercado.
- Si bien, las plataformas de inversión no son opacas, las billeteras frías son difíciles de rastrear, lo que complica el seguimiento del dinero perdido.
Criptomonedas: oportunidad o trampa para incautos
El mercado de criptomonedas es altamente volátil y, a pesar de sus promesas de rentabilidad, las pérdidas pueden ser devastadoras. En este caso, el acusado utilizó el dinero en stablecoins y pools de liquidez, que inicialmente ofrecían buenos rendimientos, pero cuando la rentabilidad cayó, decidió asumir más riesgos apostando en Futuros sobre Bitcoin.
- Las stablecoins no garantizan rendimientos fijos, sino que también pueden sufrir fluctuaciones.
- Las inversiones en Futuros son extremadamente arriesgadas, y en este caso resultaron en la pérdida total del capital.
El caso de Alberto no es único. En los últimos años, hemos visto numerosos casos de presuntos estafadores que ofrecen inversiones «seguras» y terminan desapareciendo con el dinero. La diferencia radica en que, en este caso, la justicia ha determinado que el acusado realmente invirtió los fondos, aunque de manera irresponsable.
Casos similares en el mundo:
- Fuga de «Cryptoqueen» : Ruja Ignatova, creadora de OneCoin, desapareció con 4.000 millones de dólares de inversores de todo el mundo.
- El caso de BitConnect : Una plataforma de inversión que prometía altos rendimientos garantizados y terminó colapsando en 2018, dejando pérdidas millonarias.
- FTX y Sam Bankman-Fried : Una de las mayores plataformas de criptomonedas se declaró en quiebra en 2022 tras descubrirse un uso fraudulento de los fondos de los clientes .
El peligro de los «falsos expertos» en grupos de inversión
Las redes sociales y plataformas como WhatsApp, Telegram y Discord se han convertido en caldo de cultivo para falsos expertos que prometen rentabilidades imposibles.
- Muchos grupos funcionan como esquemas piramidales, donde los nuevos inversores pagan los beneficios de los antiguos.
- No existen contratos ni garantías legales, dejando a los inversores sin protección en caso de pérdidas.
- La presión social y el miedo a «perderse la oportunidad» hacen que muchos confíen en desconocidos con su dinero.
Cómo evitar caer en estafas criptográficas
Para evitar ser víctima de casos similares, David Soto, experto en ciberseguridad y finanzas recomienda:
Verificar credenciales: No confiar en «expertos» sin formación certificada ni historial verificable.
No invertir sin contratos legales: Nunca transferir dinero sin un acuerdo escrito y legalmente vinculante.
Desconfiar de las promesas de rentabilidad fija: El mercado cripto es volátil, y nadie puede garantizar ganancias seguras.
Investigar antes de invertir: Analizar la reputación de la persona o empresa y revisar su historial de operaciones.
Usar plataformas reguladas: Invertir solo en exchanges con licencias y regulaciones oficiales.
El caso de Alberto es una llamada de atención para quienes buscan invertir en criptomonedas sin el debido conocimiento ni protección legal. Aunque el acusado ha sido absuelto, el riesgo de perder dinero por confiar en falsos gurús sigue latente.
El ecosistema criptográfico necesita una regulación más estricta, tanto para proteger a los inversores como para garantizar que quienes gestionan inversiones tengan las credenciales y conocimientos adecuados.
Mientras tanto, la mejor defensa sigue siendo la educación financiera. Antes de confiar en alguien con tu dinero, pregúntate si realmente entiendes en qué estás invirtiendo y cuáles son los riesgos reales.
Porque en el mundo de las criptomonedas, la línea entre la inversión inteligente y el desastre financiero puede ser más delgada de lo que parece.