jueves, octubre 17, 2024

Ciberseguridad un desafío creciente en la sociedad española

Equipo Tec futuro
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Redacción Revista tecfuturo

Con la creciente dependencia de la tecnología digital y la penetración de Internet en todos los aspectos de nuestra vida, la amenaza de los ciberdelitos es más real y presente que nunca. En este contexto, España no es una excepción. En España, este desafío se ve exacerbado por varios factores, como la falta de especialistas en ciberseguridad, una legislación laxa en materia de delitos informáticos y la escasez de peritos informáticos en los litigios judiciales. Estas limitaciones han llevado a una preocupante situación en la que más del 90% de las denuncias de ciberdelitos en el país no se resuelven, debido a la incapacidad para identificar al atacante dentro de las primeras 72 horas.

Para entender por qué se produce esta situación, es necesario analizar varios factores. En primer lugar, los ciberdelitos suelen ser muy complejos y requieren de habilidades técnicas especializadas para su investigación. Los agentes encargados de estas investigaciones se enfrentan a una serie de retos, como la obtención de evidencias digitales, la trazabilidad de las acciones del ciberdelincuente y la interpretación de los datos recogidos. La falta de recursos y de personal capacitado en las unidades de ciberdelitos dificulta enormemente la resolución de estos casos, ya que los ciberdelincuentes emplean diversas tácticas para ocultar su identidad y actividad.

El uso de redes de anonimato, como la red Tor, de servidores proxy y de técnicas de ofuscación de código, hace que sea extremadamente difícil rastrear a los autores de estos delitos. Además, la naturaleza internacional de Internet supone un desafío adicional, ya que los atacantes pueden estar ubicados en cualquier parte del mundo, lo que plantea problemas jurisdiccionales.

Otro factor que contribuye a la baja tasa de resolución de ciberdelitos es la falta de denuncias. Muchas víctimas de ciberdelitos no denuncian estos incidentes por miedo, desconocimiento o la percepción de que no se hará nada al respecto. Esto significa que muchos ciberdelitos quedan sin denunciar y, por lo tanto, sin resolver.

La complejidad de los ciberdelitos demanda habilidades técnicas avanzadas para su investigación y persecución. La falta de expertos capacitados en ciberseguridad en las unidades de investigación es un obstáculo significativo en la resolución de estos delitos. Esta escasez de expertos se extiende también al ámbito empresarial. Muchas empresas en España carecen de expertos reales en ciberseguridad, dejándolas vulnerables a ataques y complicando la recopilación y análisis de evidencias en caso de un incidente.

La legislación española también ha sido criticada por ser demasiado laxa en relación a los delitos informáticos. Aunque existen leyes que tipifican ciertos ciberdelitos, como el acceso ilegal a sistemas informáticos o la distribución de software malicioso, estas leyes a menudo no están a la altura de la velocidad con la que evoluciona la ciberdelincuencia. Además, las penas por ciberdelitos a menudo no reflejan la gravedad de estos actos ni el daño que pueden causar. Esta situación puede disuadir a las víctimas de denunciar y desalentar las investigaciones, mientras que proporciona un incentivo para que los ciberdelincuentes continúen con sus actividades ilícitas.

Un tercer factor que contribuye a la baja tasa de resolución de ciberdelitos es la escasez de peritos informáticos en los litigios judiciales. En la era digital, casi todos los litigios involucran algún componente tecnológico. Sin embargo, la presencia de peritos informáticos, profesionales capaces de interpretar la evidencia digital y proporcionar un análisis experto, sigue siendo la excepción en lugar de la norma en los juicios. Esta falta de experiencia técnica puede dificultar la interpretación de las evidencias y disminuir la eficacia de la persecución de los delitos informáticos.

La falta de cooperación y coordinación entre las diferentes agencias y actores involucrados también puede afectar la eficacia de las investigaciones de ciberdelitos. A menudo, las unidades de ciberseguridad de la policía, los proveedores de servicios de Internet, las empresas de seguridad cibernética y los organismos reguladores necesitan trabajar juntos para investigar y enjuiciar los ciberdelitos, la falta de protocolos de comunicación y cooperación claros puede obstaculizar estos esfuerzos.

Es crucial que se tomen medidas para mejorar la eficacia de las investigaciones de ciberdelitos. Para abordar estos desafíos, es necesario un enfoque multifacético. Se debe invertir en formación y recursos para capacitar a más expertos en ciberseguridad y peritos informáticos. Además, la legislación española en materia de delitos informáticos debe ser revisada y actualizada para reflejar la realidad de la ciberdelincuencia moderna, incluyendo penas más severas para los infractores. Las empresas también deben reconocer la importancia de la ciberseguridad y tomar medidas para fortalecer sus defensas, incluyendo la contratación de expertos en ciberseguridad.

La resolución efectiva de los ciberdelitos es crucial para la seguridad y el bienestar de la sociedad española en la era digital. Aunque los desafíos son significativos, con el enfoque correcto, es posible mejorar la situación y proporcionar una respuesta más fuerte y efectiva a la amenaza de la ciberdelincuencia.

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