La Policía Nacional ha asestado un nuevo golpe al mercado negro de dispositivos electrónicos en España. En una operación que ha destapado una compleja trama de receptación y venta online de teléfonos móviles de alta gama obtenidos de forma ilícita, se han detenido a 4 personas y se ha imputado a otras 17 en diferentes provincias, entre ellas Cádiz, donde figura un vecino de Sanlúcar de Barrameda.
El epicentro de la red estaba en Madrid, desde el domicilio del líder de la trama, que durante años comercializó terminales nuevos y precintados a precios muy inferiores a los del mercado utilizando conocidas plataformas de compraventa de segunda mano.
Modus operandi: hurtos, estafas y usurpaciones de identidad
La investigación reveló que los móviles procedían de tres vías principales:
- Hurtos por empleados desleales en tiendas de telefonía en Alcalá de Henares (Madrid) y Fuengirola (Málaga).
- Usurpaciones de identidad de clientes para dar salida a terminales como si fueran ventas legítimas.
- Compras fraudulentas con fondos obtenidos de estafas online, canalizados a través de monederos virtuales hasta el líder de la trama.
Gran parte de las víctimas probablemente nunca supieron que sus datos personales habían sido utilizados para adquirir dispositivos que acabarían revendidos en internet.
El papel de las plataformas de segunda mano
El origen de la investigación, abierta en marzo de 2022 por la Unidad Central de Ciberdelincuencia, estuvo en el ciber patrullaje de un perfil con miles de ventas y precios “sospechosamente bajos”. Fue clave la colaboración con la plataforma para confirmar que buena parte de los dispositivos estaban denunciados como robados o vinculados a delitos previos.
Este caso pone de relieve un problema recurrente:
- Los sistemas de verificación de muchos portales de compraventa no detectan de forma preventiva dispositivos robados.
- El volumen de transacciones y la falta de trazabilidad facilitan que el mercado negro se disfrace de comercio legítimo.
- Los compradores, atraídos por el “chollo”, pueden acabar siendo receptadores involuntarios de material robado.
Desde su vivienda en Madrid, el líder recibía y enviaba los terminales por empresas de paquetería. La investigación estima que superó los 300.000 euros en beneficios ilícitos.
Su mujer, técnica de Hacienda, llevaba la contabilidad y las cuentas bancarias del entramado y llegó incluso a denunciar falsos robos para intentar cubrir su actividad. Algunos de los dispositivos supuestamente robados aparecieron después a la venta en la misma plataforma digital donde operaba la red.
El balance de la operación
En el registro domiciliario se incautaron:
- 136 teléfonos móviles de alta gama
- 5 tablets
- 5 relojes inteligentes
- 4 ordenadores portátiles
- 1 ordenador de sobremesa
Todos ellos están en proceso de verificación con las operadoras para acreditar su verdadera procedencia.
Riesgos para el consumidor y lecciones a aprender
Esta operación recuerda que el mercado de segunda mano no siempre es inocente:
- Comprar un dispositivo robado, aunque sea de forma involuntaria, puede acarrear responsabilidades legales.
- La ausencia de trazabilidad beneficia a las redes criminales y perjudica tanto a usuarios como a negocios legítimos.
- Otra vez, la “oferta demasiado buena para ser verdad” es una señal de alarma que debe encender todas las precauciones.
Recomendaciones para comprar con seguridad en plataformas online
- Exigir factura original o documento de compra al vendedor.
- Verificar el IMEI en bases de datos oficiales para asegurarse de que no está denunciado como robado.
- Evitar transacciones fuera del sistema seguro de pago de la plataforma.
- Desconfiar de precios que se alejen demasiado del valor de mercado.
- Conocer los protocolos de devoluciones y denuncias de la plataforma.
Este caso de Sanlúcar y Madrid no es solo un golpe contra una red concreta, es un aviso de que el mercado negro tecnológico sigue vivo y adaptándose al comercio digital. Sin sistemas robustos de verificación y conciencia ciudadana, seguirá siendo un canal rentable para el crimen organizado, que no necesita más que un perfil online atractivo para convertir dispositivos robados en dinero limpio.