En una decisión trascendental, la Audiencia Provincial de Oviedo ha revocado la sentencia del Juzgado de Primera Instancia, condenando a Unicaja Banco por no mantener adecuados sistemas de seguridad, lo que facilitó la sustracción fraudulenta de 7.139 euros de la cuenta de una clienta mediante Bizum. Este fallo subraya las vulnerabilidades críticas en la seguridad bancaria digital, exacerbadas por la turbulenta fusión de Unicaja con Liberbank, la cual, según Bahamontes, ha sido un caldo de cultivo ideal para ciberdelincuentes.
La estafa se llevó a cabo en una noche de viernes, estratégicamente planificada para limitar las reacciones de las víctimas hasta el siguiente lunes laborable, explotando las deficiencias de seguridad durante el proceso de fusión. Informes de Tecfuturo.es, han revelado una variedad alarmante de estafas relacionadas, que van desde accesos no autorizados a aplicaciones bancarias hasta ataques dirigidos a cuentas corrientes y tarjetas de crédito.
Pablo Campos, reconocido perito informático especializado en phishing bancario, ha señalado que los ciberdelincuentes están empleando técnicas cada vez más sofisticadas de ingeniería inversa e inteligencia artificial para manipular a las víctimas y obtener acceso a sus datos bancarios. Campos destaca la frecuencia alarmante de estos ataques, con hasta cuatro estafas ocurriendo cada segundo en España.
Además de las deficiencias emergentes de la fusión, se ha demostrado que la seguridad digital de Unicaja Banco ha sido insuficiente, dejando a sus clientes expuestos a riesgos significativos. «La entidad financiera no implementó las medidas necesarias para prevenir estas irregularidades, lo cual es un indicativo de la falta de seguridad que caracteriza estos incidentes recurrentes», explicó Ángel Bahamontes, presidente de la ANTPJI, la única entidad de peritos especializada en estafas informáticas de phishing bancario.
La Audiencia también enfatizó que no se puede exigir más precaución a quien es engañado que a quien debería haber implementado medidas para prevenir el engaño. En consecuencia, la sentencia obliga a Unicaja a reintegrar la suma sustraída, más los intereses, y asumir las costas judiciales de primera instancia.
Este caso no solo resalta la necesidad de implementar medidas de seguridad más robustas, sino también la importancia de una respuesta rápida y eficaz a los clientes afectados. Bahamontes aconseja a las víctimas conservar todas las pruebas, consultar a un perito informático y a un abogado especializado, y acudir directamente al juzgado y a la Agencia Española de Protección de Datos ante la falta de una respuesta efectiva de la entidad bancaria, que podría enfrentar severas multas.
Este fallo constituye un llamado de atención no solo para Unicaja Banco, sino para todo el sector financiero, subrayando la urgencia de fortalecer los protocolos de seguridad y vigilancia para proteger mejor a los consumidores frente a las crecientes amenazas de ciberdelincuencia.
