Una joven promesa que ya habla el lenguaje de los robots
Con solo 20 años, Paula Ruiz ha demostrado que el talento en robótica colaborativa no tiene edad, y que la formación profesional es hoy una de las puertas más directas hacia el futuro de la automatización. Finalista en la competición MadridSkills 2025, en la categoría de Sistemas Robóticos Integrados, su participación ha sido un claro ejemplo de pasión, técnica y vocación aplicada a los desafíos reales de la industria.
¿Qué son los MadridSkills?
Las competiciones MadridSkills están diseñadas para promover la excelencia en Formación Profesional, seleccionando a los mejores alumnos de cada especialidad para representar a la Comunidad de Madrid en el campeonato nacional Spainskills 2026. Este año, en la categoría de robótica, los participantes han tenido que superar pruebas complejas de programación, configuración de robots colaborativos, manipulación básica y avanzada, con evaluación directa de profesionales del sector como Universal Robots Spain o RobotPlus SL.
Paula no solo ha destacado por su dominio técnico de los robots UR3e, sino también por su actitud proactiva, compromiso, capacidad de liderazgo y una visión clara sobre el papel de la mujer en la tecnología. En palabras de su tutor: “No solo programó con precisión, construyó soluciones que podrían aplicarse en cualquier fábrica real. Lo hizo con calma, precisión… y una sonrisa.”
Sus habilidades en lógica de programación, resolución de problemas y trabajo en equipo han sido claves durante las 3 intensas pruebas, donde debían configurar espacios de trabajo virtuales, definir trayectorias de precisión, y ejecutar rutinas complejas bajo presión de tiempo.
Además de su formación en el IES Juan de la Cierva en Automatización y Robótica Industrial, Paula ya acumula experiencia como docente en robótica educativa y como monitora de tiempo libre, siendo una apasionada por la divulgación STEM entre los más jóvenes.
Formada en programas como el STEM ORACLE o en tecnologías de enseñanza colaborativa, Paula demuestra que el talento técnico también puede ir acompañado de un profundo sentido social. Desde hace años participa como voluntaria en protección animal, y cree firmemente en la tecnología al servicio de las personas.
Tenemos un reto pendiente, visibilizar el talento joven, y ofrecerles una alternativa para evitar la fuga de talento. La historia de Paula representa a miles de estudiantes que, desde la FP, están construyendo un futuro que mezcla precisión técnica, valores humanos y visión de impacto. Su paso por MadridSkills no solo la convierte en un referente emergente en el sector, sino también en una voz que inspira a otras jóvenes a romper barreras de género y de entorno.
“Si hay algo que me llevo de esta experiencia es que sí se puede: si trabajas, si preguntas, si practicas… acabas dominando lo que antes parecía imposible”, comenta Paula con humildad tras recoger su diploma como finalista.
Aunque no obtuvo la medalla de oro, su nombre ya suena fuerte para futuras competiciones nacionales. Paula está decidida a seguir formándose, y quiere combinar su pasión por la robótica con una futura especialización en IA aplicada a entornos industriales.
Paula es mucho más que una promesa: es una mente brillante que ya domina el lenguaje de los robots. Pero hoy busca una oportunidad en España… y no la encuentra. Sopesa marcharse al extranjero para seguir formándose.
¿Vamos a seguir permitiendo que el talento con propósito tenga que emigrar para brillar? Cada joven que dejamos escapar no es solo una fuga de cerebros: es una inversión que otros países capitalizan y que, más pronto que tarde, nosotros pagaremos caro. Muy caro.
Desde Tecfuturo seguiremos atentos a su evolución. Porque detrás de cada robot hay una mente humana que programa, mejora y transforma. Y Paula Ruiz, sin duda, es una de ellas.