En un mundo donde la tecnología se ha entrelazado indisolublemente con nuestra existencia diaria, la obra «iSlave» emerge como un faro crítico y reflexivo sobre la dialéctica de la libertad y la esclavitud en el siglo XXI. Presentada en los Teatros Canal de Madrid y dirigida por el visionario Pablo Ramos, con música de Alberto Bernal y texto de Mar Gómez Glez, esta producción no se contenta con ser meramente una representación teatral; aspira a ser una experiencia transformadora que cuestiona nuestras interacciones cotidianas con la tecnología.
«iSlave» se sumerge en la profundidad de la condición humana, articulando sus dilemas a través de la danza, la música y un flujo constante de proyecciones visuales. La obra captura magistralmente la contradicción inherente a nuestra relación con la tecnología: una fuente de libertad infinita y, simultáneamente, de alienación y esclavitud. La presencia en escena de dos bailarines, Led Silhouette, y cuatro músicos del colectivo E7.2, divididos entre oboístas y percusionistas, simboliza esta dualidad, ofreciendo una narrativa dividida pero interconectada que desafía al espectador a reflexionar sobre su propia vida.
La composición musical de Alberto Bernal y el texto proyectado de Mar Gómez Glez no son simples acompañamientos; son los pilares sobre los que se construye la experiencia «iSlave». La obra utiliza la música y el movimiento no solo como formas de expresión artística, sino como herramientas críticas que exploran la ingenuidad del juego frente a la monotonía y la deshumanización del trabajo en las líneas de producción. La interacción entre los dos mundos escénicos, uno de aparente libertad y otro de repetición mecánica, invita al público a considerar las implicaciones más amplias de su participación en la economía digital global.
La dirección de Pablo Ramos y la dirección técnica e iluminación de David Bernués elevan «iSlave» más allá de una simple denuncia de las prácticas laborales inhumanas en la industria tecnológica. La obra se convierte en un espejo que refleja nuestra complicidad y dependencia de los dispositivos que tanto nos empoderan como nos encadenan. «iSlave» no solo narra la historia de aquellos cuyo sufrimiento sostiene nuestra comodidad digital, sino que también desafía al espectador a reconocerse en la dualidad de ser tanto jugador como trabajador en el gran tablero de juego de la tecnología.
«iSlave» es una obra imperdible que destila las complejidades de nuestra relación con la tecnología en una experiencia teatral profundamente emotiva y provocativa. Con una ejecución impecable y un mensaje poderoso, merece una puntuación destacada por su originalidad, su relevancia y su capacidad para provocar el diálogo. En una era definida por la rapidez y la superficialidad de nuestras interacciones digitales, «iSlave» ofrece un espacio necesario para la pausa, la reflexión y, quizás, el redescubrimiento de nuestra humanidad.
Puntuación: 9.5/10
«iSlave» se alza como una obra maestra contemporánea que, a través de su exploración artística de la tecnología y la identidad, ofrece una mirada crítica a las contradicciones de la modernidad. Esta producción no solo entretiene, sino que educa y transforma, solidificándose como una contribución vital al teatro moderno y a la discusión sobre la tecnología y la sociedad.
