En mi reciente visita a la Feria SICUR 2024 en IFEMA, Madrid, me sumergí en un mundo donde la seguridad toma todas las formas imaginables, desde la protección laboral hasta la innovación tecnológica. La energía era palpable, con una multitud de visitantes explorando los pabellones, cada uno dedicado a un aspecto específico de la seguridad.
Comencé mi jornada con el objetivo de descubrir las últimas tendencias en ciberseguridad, un tema que ha cobrado una importancia crucial en nuestra era digital. El pabellón 4 fue mi punto de partida, donde me encontré rodeada de una impresionante gama de equipamiento de seguridad física: zapatos y botas de trabajo, guantes, cascos, y otros accesorios diseñados para garantizar la seguridad en el lugar de trabajo. La diversidad de expositores, especialmente de países asiáticos, hablaba de la globalización de la seguridad laboral.
Sin embargo, mi búsqueda de ciberseguridad se veía constantemente desviada. Un evento de motivación empresarial de la empresa Level Up capturó brevemente mi atención con su dinámica presentación, aunque no era lo que estaba buscando. Continué mi recorrido por los pabellones, encontrándome con todo, desde equipos de seguridad contra incendios hasta tecnología avanzada en seguridad electrónica, pero la ciberseguridad parecía esquiva.
Finalmente, un oasis en mi búsqueda: un stand con un innovador procesador de Inteligencia Artificial me ofreció un momento de descanso, con una refrescante cerveza y una deliciosa tapa de pulpo. Allí, un encuentro casual con otro visitante reflejó mi frustración por la escasa presencia de ciberseguridad en la feria. Nos informaron que solo dos revistas especializadas, Red Seguridad y Seguritecnia, ofrecían algo cercano a lo que buscábamos, a través de un programa de ponencias y debates sobre el tema.
A pesar de la decepción, la feria no dejó de sorprenderme con innovaciones como exoesqueletos que prometen revolucionar la forma en que realizamos esfuerzos físicos en el trabajo, y un robot que, aunque inaccesible por la multitud, prometía ser una atracción estelar.
La feria fue un testimonio de la importancia de la seguridad en todas sus facetas, con una notable participación de fuerzas del orden y servicios de emergencia. Sin embargo, mi aventura en SICUR 2024 terminó con un sabor agridulce, marcado por la escasa representación de la ciberseguridad, un campo de creciente relevancia que merece mayor atención. Como periodista, espero que, en futuras ediciones, SICUR pueda abrazar más ampliamente la ciberseguridad, reflejando su vital importancia en nuestra sociedad contemporánea.
