En la última década, las estafas informáticas han pasado de ser incidentes aislados a convertirse en una amenaza constante en la red. Un ejemplo claro es la estafa de alquileres de viviendas inexistentes, una táctica que ha evolucionado significativamente, utilizando la Inteligencia Artificial y el Big Data para perfeccionar las técnicas y dirigirse a víctimas en momentos de alta demanda, como vacaciones, el regreso de estudiantes a las ciudades, o eventos de gran demanda hotelera.
Impresionante el auge de las Estafas en apenas cuatro años, las estafas de alquiler vacacional eran relativamente desconocidas. Hoy en día, estas estafas se han asentado como una constante en el paisaje digital. Los ciberdelincuentes utilizan sofisticadas herramientas tecnológicas para identificar las oportunidades perfectas para atacar. A través del análisis de grandes volúmenes de datos (Big Data), detectan patrones de comportamiento en los usuarios, como los picos de demanda durante las vacaciones o el aumento en la búsqueda de viviendas al inicio del curso académico.
El uso de la Inteligencia Artificial permite a estos estafadores crear anuncios de propiedades que parecen totalmente reales. La IA es capaz de generar imágenes convincentes y textos persuasivos que replican los patrones y estilos de anuncios legítimos, haciendo que las estafas sean más difíciles de detectar. Estas técnicas no se limitan solo al alquiler de viviendas; también se aplican a la compraventa de pisos, la venta de artículos en plataformas como Wallapop, e incluso en sectores emergentes como la venta de criptomonedas inexistentes.
Las estafas de alquiler de viviendas siguen un guion que ha sido refinado con el tiempo. Los estafadores clonan o crean anuncios en portales inmobiliarios populares, mostrando viviendas que no existen o que han sido modificadas digitalmente para parecer más atractivas. Estos anuncios suelen ofrecer propiedades de gran calidad a precios sorprendentemente bajos, lo que atrae rápidamente la atención de los usuarios.
Una vez que los ciberdelincuentes captan el interés de posibles víctimas, desvían las conversaciones a plataformas de mensajería instantánea fuera del portal inmobiliario. Este movimiento es crucial, ya que elimina cualquier rastro que podría ser utilizado en su contra. Con la excusa de que hay muchos interesados en la propiedad, presionan a las víctimas para que hagan un depósito de uno o dos meses de alquiler como «reserva». Días después, las víctimas descubren que la propiedad no existe y que han sido estafadas.
Para los estafadores, el costo de ejecutar estas estafas es mínimo. Con apenas 10 euros, pueden adquirir una tarjeta prepago registrada a nombre de un indigente y abrir una cuenta bancaria virtual en países con regulaciones financieras laxas. Estas cuentas permiten mover el dinero estafado fuera del alcance de las autoridades locales, dificultando la recuperación de los fondos para las víctimas.
Sabemos que el 90% de las estafas informáticas quedan impunes por desconocimiento o bien porque la estafa no supera los 401 € para ser considerado un delito, con lo que tenemos que estar atentos, pensado en digital, pero actuando en analógico. Si en persona miras, comparas y no pagas hasta no haber recibido el producto, actúa igual cuando compras por Internet
Es crucial estar alerta ante ciertas señales que pueden indicar una estafa. Mensajes como «urge alquilar por viaje al extranjero» o «urge vender por herencia» son banderas rojas. Además, los estafadores a menudo ofrecen excusas para no mostrar la propiedad en persona, insistiendo en que los pagos se realicen antes de cualquier visita. La promesa de una oferta increíblemente buena debería ser motivo de sospecha, no de entusiasmo.
Además, es importante verificar la autenticidad del anuncio en múltiples portales y nunca realizar pagos sin haber visto la propiedad en persona. Otro error común es enviar documentos personales como nóminas, DNI o justificantes bancarios sin conocer a fondo al supuesto arrendador. Estos datos pueden ser utilizados por otros estafadores para cometer fraudes adicionales, como solicitar préstamos a tu nombre o realizar contratos de servicios.
Qué Hacer si Eres Víctima de una Estafa
Si has sido víctima de una estafa, es fundamental actuar rápidamente. Acude a un perito informático para preservar las evidencias, como justificantes de transferencias bancarias, capturas de pantalla y conversaciones con los estafadores. Estos profesionales pueden preparar un informe pericial que será crucial para presentar una denuncia efectiva ante la Policía o el Juzgado de Guardia.
En resumen, las estafas en línea no solo se han convertido en una amenaza constante, sino que también han evolucionado en sofisticación gracias a la tecnología. Sin embargo, con las precauciones adecuadas y una acción rápida, es posible protegerse y combatir estas prácticas fraudulentas. La clave está en la información, la prevención y la disposición para actuar cuando sea necesario.
