domingo, junio 15, 2025
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Un viaje sensorial entre madera, luz y azahar: crónica emocionada desde las Setas de Sevilla

Las opiniones expresadas en esta publicación son responsabilidad exclusiva de quien lo firma y no reflejan necesariamente la postura de TecFuturo. Asimismo, Tec Futuro no se hace responsable del contenido de las imágenes o materiales gráficos aportados por los autores.
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Cuando te pesa el alma… y te salva una estructura de madera gigante

Llegué a Sevilla con el alma en modo ahorro de energía. Hacía calor, tenía jet lag emocional (por razones que no vienen al caso) y caminaba sin rumbo como un personaje no jugable de videojuego. Me senté en una plaza buscando sombra, cuando levanté la vista… y ahí estaban: las Setas de Sevilla.

Unas estructuras de madera microlaminada, enormes, flotantes, como si alguien hubiese plantado hongos gigantes de diseño nórdico en mitad del casco histórico. Ya solo con mirarlas sentí que algo en mí se levantaba también. Decidí entrar. Y menos mal.

Bienvenidos al templo sensorial: la inmersión empieza sin que te des cuenta

La entrada fue tan sutil como potente. Lo primero que notas es que no es solo un monumento: es un cerebro urbano en funcionamiento. Todo se gestiona por tecnología: acceso sin contacto, app móvil interactiva, señalética digital, Wi-Fi gratis (¡Sevilla te abraza hasta con megas!).

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Me descargué la app oficial. Me dijo “Hola Karla, ¿quieres explorar la Sevilla que no se ve?”. Y yo, que ya venía blandita, le dije: “Sí, por favor”.

Aurora: la noche que me abrazó con luces y música

A las 21:30 comenzó el espectáculo “Aurora”, una experiencia que mezcla luz, sonido, IA y poesía andaluza. Las luces parecían tener vida. La estructura respiraba. Y todo –me dijeron luego– reacciona en tiempo real: la temperatura, el número de visitantes, la energía del ambiente.

Yo estaba ahí, en lo alto, con la ciudad a mis pies, y sentí una especie de paz difícil de explicar. Como si Sevilla misma me dijera: «Ey, lo vas a superar», con un haz de luz y una sevillana en remix cósmico. No sé si era la IA o el encanto de esta ciudad, pero me emocioné.

Feeling Sevilla: el lugar donde la ciudad te entra por la piel

Y entonces vino el plato fuerte. “Feeling Sevilla”, la sala inmersiva que ya solo por el nombre me daba ganas de llorar bonito.

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Entré. Oscuro. Silencio. Una pantalla curva enorme me envolvía. 21 metros de ancho. Resolución brutal. Imagen perfecta. Música. Aromas.

Sí, olores. A incienso, a azahar, a castañas. Lo juro: mi nariz se puso a aplaudir. Y mis recuerdos también.

La pantalla proyectaba escenas de Sevilla: procesiones, patios, flamenco, gente bailando, sonriendo. Y yo ahí, llorando discretamente como quien ve un vídeo de perritos adoptados.

Tecnología + emoción = sinestesia sevillana

Todo está diseñado para atraparte: el suelo también proyecta, el techo cambia de color según lo que pasa en la pantalla, los sonidos te envuelven. Pero lo que lo eleva a nivel “quiero vivir aquí” es el uso de difusores olfativos inteligentes. No estás viendo Sevilla. Estás dentro.

Me vi de niña en Triana, me imaginé mayor bailando en la Feria, me sentí turista, local, hija, amiga, todo a la vez. Ese lugar activa todos tus sentidos y los mete en una coctelera emocional de primer nivel.

Más allá de lo bonito: una experiencia educativa y universal

Además de lo sensorial, hay datos, mapas interactivos, puntos históricos digitalizados. Todo accesible. Todo inclusivo. La app incluso tiene narración adaptada para personas con discapacidad visual. Me quito el sombrero. Y las gafas, si hiciera falta.

Un mirador con alma y con datos

La planta superior ofrece una vista 360° de la ciudad, pero no es un simple “mirador”: hay realidad aumentada, paneles inteligentes, y puedes ver cómo era Sevilla siglos atrás sobrepuesta a la Sevilla de hoy. Me vi señalando balcones como si supiera de arquitectura, pero la app me lo chivaba todo. Es como tener un guía turístico… en el bolsillo.

Reflexión final: no fui la misma al salir

Entré a las Setas buscando sombra. Salí iluminada.

No por un rayo divino ni por el azucarillo de la caña. Sino por una experiencia que me reconcilió con mis sentidos, con la belleza, con el poder de la tecnología usada para emocionar, no para deslumbrar.

Guía rápida para no perderse

🗺️ Dónde: Plaza de la Encarnación, Sevilla
🕒 Horarios: Desde las 10:00, pero “Aurora” y “Feeling Sevilla” brillan más de noche
📲 Descarga la app: Mejora muchísimo la visita
💶 Precio medio: Entre 10 y 15 €, dependiendo de experiencia
Accesibilidad: Total. Hasta el alma entra sin barreras
👃 Llévate: Ganas de oler Sevilla. Literal
🧘‍♀️ Estado recomendado: Triste, feliz, con resaca emocional… funciona igual

¿Vale la pena?

Mira, yo entré con la mente en Sevilla y el corazón en Mordor. Y salí flotando, oliendo a azahar, con lágrimas felices y con ganas de volver.

Así que sí. Vale cada segundo.

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