Vamos a poner los puntos sobre las íes, que aquí no nos andamos con rodeos (Cómo dice) (Carlos Alsina)): ¿te imaginas entrando a una clínica, contándole tus achaques a una tableta y que una IA te diga qué te pasa? No es ciencia ficción, amigos, está pasando ahora mismo en Arabia Saudita. Una startup china, Synyi AI, ha montado la primera clínica del mundo donde un “médico virtual” llamado Doctor Hua te atiende, te diagnostica y te receta, mientras los médicos de carne y hueso… bueno, digamos que están aprendiendo a no meter la pata. Esto merece una taza de un buen Té, porque la cosa no es tan sencilla como parece.
Una clínica donde manda la máquina
La movida arrancó en abril en Al-Ahsa, una región al este de Arabia Saudita, con el respaldo de Almoosa Health Group, que no son precisamente unos novatos en esto de la salud.
Cómo funciona Doctor Hua
El tal Doctor Hua, que suena más a personaje de sitcom que a galeno, se las apaña para charlar con los pacientes a través de una tableta. Tú le cuentas que te duele la garganta o que no puedes respirar bien, y él te hace preguntas, como si fuera ese médico de cabecera que siempre te miraba con cara de “esto es un resfriado, no te mueras todavía”.
El proceso paso a paso
Pero aquí no hay bata blanca ni estetoscopio: el sistema analiza tus síntomas, pide datos extra si hace falta (un electrocardiograma, una radiografía, lo que sea) y te suelta un plan de tratamiento. Todo eso, ojo, sin que un humano te mire a los ojos. Un médico de turno revisa el veredicto de la máquina, pero no te ve ni te toca. Si la cosa se pone fea, tranquilo, hay personal de carne y hueso para emergencias.
¿Es tan listo como parece?
Antes de que pienses que esto es una locura, te cuento: en las pruebas previas, el sistema falló menos del 0,3%. Vamos, que es más preciso que muchos médicos en un lunes por la mañana.
La fase piloto y sus números
Ya van decenas de pacientes atendidos gratis en esta fase piloto, aunque, eso sí, con un médico humano vigilando de cerca, no sea que la máquina se emocione y recete paracetamol para un ataque al corazón. Los datos que están recogiendo se los pasarán a las autoridades saudíes para que les den el visto bueno y puedan vender esta tecnología como churros en un año y medio, si todo sale bien.
¿Qué sabe diagnosticar?
Por ahora, Doctor Hua es un crack en enfermedades respiratorias: asma, faringitis, unas 30 patologías en total. Pero los de Synyi AI no se duermen en los laureles y quieren que pronto también diagnostique problemas estomacales y de piel, hasta llegar a 50 enfermedades. Y no se quedan en Al-Ahsa: planean abrir más clínicas de este estilo por Arabia Saudita.
Los médicos no están contentos
Pero, ojo, no todo el mundo está aplaudiendo. Los médicos, como era de esperar, no están precisamente brindando con champán.
El escepticismo de los expertos
Ngiam Kee Yuan, un consultor senior de Singapur, dice que ninguna IA, por muy lista que sea, puede igualar a un médico de atención primaria. Y, seamos sinceros, tiene su punto: ¿quién le explica a una máquina que tu dolor de cabeza no es migraña, sino que llevas tres días discutiendo con tu jefe?
Una revolución que interpela
Esto nos interpela a todos como sociedad. Porque, sí, la idea de una IA que diagnostique más rápido y más barato suena genial, sobre todo en países como Arabia Saudita, donde ir al médico puede costarte un ojo de la cara. Pero, ¿y si la máquina se equivoca? ¿Y si no capta ese matiz que solo un humano ve?
No solo es cosa de Synyi AI
Synyi AI no está sola en esta carrera. Otras empresas chinas, como Shanghai Fosun o XtalPi, también están metiendo la nariz en Oriente Medio, con terapias genéticas y laboratorios robóticos.
La IA en China y más allá
En China, la cosa ya está más avanzada: hay apps de telemedicina que usan IA para consultas online, aunque todavía como apoyo, no como el jefe de la consulta. Medlinker, por ejemplo, tiene un sistema llamado MedGPT que, según ellos, diagnostica con precisión humana. Pero, claro, de ahí a dejarle el timón hay un trecho.
El negocio detrás de la IA médica
Synyi AI, que lleva desde 2016 trabajando con hospitales y universidades en China, ha conseguido que pesos pesados como Tencent y otros inversores les suelten billetes.
Un modelo para ahorrar
Su plan es claro: conquistar mercados donde la sanidad es cara, como Arabia Saudita, y demostrar que su tecnología puede ahorrar dinero sin sacrificar calidad. En China, donde las consultas son baratas gracias a la financiación pública, la cosa se complica. Pero, oye, si logran que esto funcione, igual un día vamos al médico y nos atiende un iPad con acento de Shanghai.
La gran pregunta
Hagamos un ejercicio de honestidad: esto no es solo una noticia tecnológica, es una pregunta incómoda. ¿Estamos listos para que una máquina decida si nuestro dolor es grave o no? ¿Y si la IA es más fiable que el médico que no durmió anoche? Pero también, ¿qué pasa con la empatía, con esa charla en la consulta que a veces te alivia más que la receta? Aquí hay un post que merece ser contado, y no solo por los titulares. Es un debate sobre confianza, tecnología y humanidad. ¿Tú qué opinas? Porque yo, después de escribir esto, me voy a tomar un café y a pensar si prefiero a un médico de carne y hueso o a uno que no me cobre por la consulta.