Antonio Banderas lleva Gypsy a Madrid: “El éxito puede ser una enfermedad”
Un musical que retrata la obsesión americana por la fama, con la dirección de Banderas.
Antonio Banderas ha vuelto a demostrar que su apuesta por el teatro musical no es un capricho de pasajero. El actor y director malagueño trae a Madrid Gypsy , una de las grandes obras del teatro musical norteamericano, tras su exitoso paso por el Teatro Soho Caixabank de Málaga. Estrenado en Broadway en 1959, el espectáculo cuenta con el prestigio de haber ganado seis premios Tony y cuatro Laurence Olivier.
View this post on Instagram
Este montaje, que verá la luz en el Teatro Apolo de Madrid el 7 de febrero, está basado en las memorias de Gypsy Rose Lee, una de las artistas burlescas más icónicas de la historia, cuya madre, Rose, la empujó junto a su hermana en una desesperada por la carrera en el vodevil. La historia, que mezcla drama y comedia con un trasfondo psicológico implacable, es para Banderas una metáfora de Estados Unidos en estado puro, con sus luces y sombras.
“El éxito puede ser una enfermedad, algo patológico”, ha advertido el cineasta y actor en la presentación del musical. “Buscar el éxito a cualquier precio es algo muy americano, pero tiene efectos colaterales devastadores”.
El malagueño sabe bien de lo que habla. Su carrera en Hollywood le ha permitido observar de cerca la obsesión por la fama y el precio que muchos están dispuestos a pagar por ella. “Ahora soy exitoso porque para mí consiste en hacer lo que quiero, cuando quiero y con la gente que quiero”, asegura con una sonrisa.
El reto de llevar Gypsy a los escenarios no es menor. Considerado uno de los mejores musicales de la historia, cuenta con libreto de Arthur Laurents , música de Jule Styne y letras de Stephen Sondheim , el genio detrás de títulos como Sweeney Todd o Into the Woods .
View this post on Instagram
El montaje contará con 18 músicos de la orquesta Larios Pop del Soho y 150 piezas de vestuario para recrear el esplendor del vodevil americano de los años 50. En el elenco destacan Marta Ribera, Lydia Fairén, Carlos Seguí, Laia Prats, Carmen Conesa, Marta Valverde y Sonia Gascó .
Banderas, que ha dirigido y protagonizado con éxito montajes como A Chorus Line , defiende el valor del musical como un género que no se toma lo suficientemente en serio en España . “Es un teatro complejo, que requiere una combinación de disciplinas. Aquí seguimos viéndolo como un entretenimiento menor, cuando en realidad es un arte completo”.
Como director, destaca la dificultad de manejar un elenco numeroso, trabajar la psicología de los personajes y equilibrar la espectacularidad con la emoción. “Ser director me enseña a ser mejor actor, a ver los problemas a los que se enfrentan mis compañeros cuando están en esa posición”.
Si algo se ha convertido en gitano en un clásico es su exploración de los mecanismos del éxito y la ambición. La protagonista, Rose, es una madre capaz de cualquier cosa por convertir a sus hijas en estrellas. Un personaje que Banderas compara con figuras literarias como Rey Lear de Shakespeare o Madre Coraje de Bertolt Brecht.
El actor y director malagueño sin duda en trazar paralelismos con la cultura americana contemporánea, donde la búsqueda del éxito se ha convertido en una obsesión nacional. “En Estados Unidos ves este patrón constantemente: políticos, empresarios, influencers… todos atrapados en esa carrera por brillar”.
El tema sigue siendo relevante en la era de las redes sociales, donde el concepto de éxito se ha transformado en una cuestión de métricas, me gusta y viralidad. La historia de Gypsy resuena hoy más que nunca, en una sociedad donde la fama efímera se ha convertido en una moneda de cambio.
El montaje de Banderas no es una producción convencional. Se trata de un proyecto de gran envergadura, con un equipo altamente profesionalizado y una gran orquesta en directo. Para el cineasta, este tipo de espectáculos son un riesgo económico enorme en España, donde el mercado teatral no tiene la misma estructura de apoyo que en Londres o Nueva York.
“Somos una compañía pequeña que nos atrevemos a hacer shows como este”, afirma con orgullo. “No es fácil, es una apuesta arriesgada y muy cara, pero queremos demostrar que se puede hacer teatro musical de gran nivel aquí, sin depender de producciones extranjeras”.
Con el estreno de Gypsy , Antonio Banderas continúa su particular cruzada por dignificar el teatro musical en España. Su objetivo no es solo llenar salas, sino crear una industria autosuficiente, de calidad y con proyección internacional.
“Madrid es un mercado muy competitivo, pero confiamos en el público”, afirma. “Si conseguimos que la gente venga y disfrute, habremos ganado”.
Con su energía inagotable y su pasión por la escena, Banderas no solo está viajando Broadway a España, sino que está sentando las bases para una nueva era del teatro musical en nuestro país. Y si Gypsy logra triunfar en Madrid, será otro paso más en ese ambicioso camino.